Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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Huelga de hambre

Huelga de hambre
Los guarismos son fríos, no tienen alma, la verdadera significación de estos debe estar acompañada de palabras que les den sentido y comprensión a esos gélidos e insensibles dígitos. Un día de huelga de hambre ya es un hecho notorio que causa ansiedad, decenas de días producen angustiosa preocupación. Si a todo ello añadimos las razones y los fundamentos que motivaron tal medida, nos invade un tormento espiritual que nos enfrenta a una especie de acto de abnegación.

La huelga de hambre, tanto dentro la órbita del derecho como de la ética, supone dar valor al fuero íntimo del individuo ayunante, quien apela al último recurso que ofrece su dignidad. Por ello, es preciso decir que la huelga de hambre es un gesto humano extremo en relación a bienes intrínsecos y relevantes. Entonces, tal como la acción heroica y altruista que contiene un riesgo o la entrega de la vida, como ocurre con bomberos, policías, héroes patrios o anónimos y los mártires de la Iglesia, quienes arriesgan su vida o la han entregado por amor al prójimo, la patria o su profundo amor a Dios. Su gesto sacrificial, lejos de ilícito, enaltece la vida como valor y se encuentra en el seno mismo de la dignidad humana.*

Quién de nosotros puede enfrentar impertérrito, impasible e imperturbable la decisión de ayuno voluntario asumida por un grupo de ciudadanos exigiendo el respeto a la normativa constitucional y la voluntad popular por parte de los candidatos del actual partido gobernante?

La respuesta es obvia, nadie que se considere un ser humano consciente puede soslayar tal hecho, unos lo harán aquilatando la verdadera significación de oposición a la perpetuación en el poder por el poder; mientras que los otros, los alineados en la frontera opuesta, se limitarán a desprestigiar una actitud, que mal pese, se enciende como hoguera.

Los ciudadanos que tomaron la medida heroica de la resistencia ya han dado suficiente testimonio de su entrega en favor de la libertad. El tiempo transcurrido de abstinencia se manifiesta en el organismo físico. No obstante, el espíritu no se quiebra. Quienes son militantes del estado de derecho y la democracia y pertenecen a organizaciones políticas están en el deber de proseguir con la huella dejada por los valerosos huelguistas y plantear medidas de acción tendientes a lograr el objetivo planteado por quienes, con total desprendimiento, asumieron la defensa del 21F.

Ha llegado un nuevo momento y la necesidad de asumir nuevas tácticas y estrategias democráticas para lograr los objetivos finales. No es lícito, menos posible, que ignoremos el valeroso esfuerzo de quienes a lo largo del territorio nacional asumieron esta forma de resistencia no violenta. Sigan sacrificando su salud y su vida. El Comité Nacional de la Defensa de la Democracia (Conade) tiene el deber de pronunciarse.

* Jorge Precht Pizarro y Juan Jorge Faundes Peñafiel. “Legitimidad de la huelga de hambre. Un debate sobre el derecho a la vida y la dignidad humana”.