El ministro de Gobierno, Carlos Romero, reconoció ayer que una de las tareas pendientes que tiene es la transparencia y erradicación de la corrupción al interior de la Policía Boliviana.

"Las tareas de transparentación y lucha contra la corrupción en la Policía Nacional constituye un pendiente", señaló la autoridad en conferencia de prensa.

Durante el 2018 varios funcionarios de la Policía fueron vinculados en hechos de corrupción y distintos ilícitos como cobros irregulares a postulantes a institutos policiales, contrabando, sobornos en cárceles, violaciones, robo de mineral, entre otros.

Romero dijo que además de transparentar la institución policial, también falta trabajar en la eliminación de las filas para trámites que hace la ciudadanía, tanto en la Dirección General de Registro, Control y Administración de Bienes Incautados (Dircabi) como en el Servicio General de Identificación Personal (Segip).

La autoridad señaló que otra tarea pendiente es trabajar para lograr la modernización de la infraestructura de los recintos carcelarios y mejorar la seguridad en esos lugares.

Respecto a este tema, el director nacional de Régimen Penitenciario, Jorge López, destacó que en 2018 se inauguración tres nuevas cárceles: dos en Potosí y uno en Oruro, y además se ampliaron otros recintos.