Es muy difícil convencer a mi suegra de 80 años que todo lo que ve en Internet no es verdadero. Suele decir: Es verdad, lo vi en el Facebook. De nada me sirve explicarle que se tratan de típicos fakes (falsos) en las redes sociales que se volvieron famosos en las elecciones que ganó Trump, entre otras con publicaciones, por ejemplo, que señalaban que el papa Francisco lo apoyaba en la campaña electoral.

Me imagino que le costaría también entender que en las elecciones de México se llegó a generar una industria de la producción de fakes, en la que empresas con periodistas y especialistas en comportamiento en redes fabricaban noticias falsas. Es decir, no bastaba con usar una frase y colocarla en otro contexto o usar imágenes de archivo para sustentarla. No, en este caso fabrican la noticia en un estudio con pseudoperiodistas que comentan la noticia. Claro, las imágenes de apoyo son poco descriptivas e inocuas, por tanto incuestionables en sí mismas.

Inútil sería detallarle la manera certera en que se usaron los fakes en las elecciones presidenciales de Brasil, especialmente a través del WhatsApp que es la red social más utilizada en Latinoamérica.

En conclusión que Trump, AMLO o Jair Bolsonaro llegaran al gobierno, tiene además de todo lo señalado por los eximios analistas políticos, un elemento común, lo hacen en medio de la guerra en las redes sociales, donde una herramienta fundamental para la victoria son las fakes.

“Los fakes abundan en la Internet suegrita, en todos los ámbitos”. Pero, sin duda donde más se utilizan y afloran cual hongos es en la política. Claro, ya lo decía Platón en el Gorgias, la retórica o el arte de convencer a la gente usualmente es utilizada por sofistas siempre muy alejada de criterios éticos o racionales.

No sigo, porque mi mujer ya ha exclamado gritando. “Cuidado, en el país estamos entrando en elecciones que durarán año y medio, no les des la idea a los que sabemos”. Tiene razón, más bien que aún creen que con un ejército de trolls y bots el tema está resuelto.

Como mi suegra, millones caen en las noticias falsas, pero a favor de ella diré que comenzó a usar Internet hace menos de un par de años, que no es periodista, ni analista, y mucho menos política.