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  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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JAMUT’ARINA - REFLEXIONEMOS

Diferencias que alejan

Diferencias que alejan
Juk jinakuna karunchan. La situación en el ámbito de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) en el campo es preocupante, hasta podemos considerarla discriminatoria. Cuando hago referencia al campo, estoy hablando de las provincias alejadas y las comunidades rurales.

La globalización del internet, el uso de los celulares inteligentes, de las redes sociales y de las computadoras son los indicadores de evaluación en la era digital. Mientras muchos países apuestan por la educación en base a las TIC y destinan mayores presupuestos cada gestión, en nuestro medio no ocurre este fenómeno. Aquí se exige actualización, que los profesores tengan competencias tecnológicas y los estudiantes se formen en las TIC, pero el Estado se olvida de dotar de medios tecnológicos, equipamientos y recursos pedagógicos a las unidades educativas rurales.

La desesperación y la impotencia que tienen los estudiantes de las provincias y del campo frente a la influencias cada vez mayor de las TIC en la educación les pone en desventaja con los estudiantes de las ciudades.

Yachay wasikuna chakra llaqtakunamanta chay internet, celulares y computadoras ñisqawan ima yachananku tiyan, paykunaqa kunankama karunchasqallapuni kanku. Ichaqa ayllukuna computadoras ñisqata kunankama mana apaykachankuchu, chayqa t´ukunapaq. (En las unidades educativas del campo deben aprender con internet, celulares y computadoras, ellos hasta ahora están discriminados. Pero las familias no manejan las computadoras y eso es preocupante).

La realidad social económica y cultural de las comunidades dispersas es cada vez más crítica. Muchas familias desconocen las ventajas de las Tecnologías de Información y Comunicación que trae para la educación y para la calidad de vida. La educación en el campo continúa siendo tradicional y conductista, porque, lamentablemente, la educación sociocomunitaria productiva no logra resolver las necesidades y dificultades que enfrentan.

Los currículos regionalizados, los proyectos socioproductivos a la hora de evaluar su impacto en la comunidad resultan siendo instrumentos de desintegración. Este modelo educativo no profundiza los paradigmas del Vivir Bien de los quechuas, aymaras, guaraníes y de las otras naciones. Por eso, estas diferencias nos alejan de la unidad. (chayrayku, kay juk jina kaykuna kikinkaymanta karunchan).