La construcción de los mercados 27 de Mayo y La Pampa, que proyecta ejecutar el alcalde suplente temporal de Cochabamba, Iván Tellería, son vitales para ordenar ambos centros de abasto y evitar la expansión descontrolada de comerciantes.

Nada debe frenar a la autoridad para que consolide ambas obras, ni siquiera la atrevida advertencia que lanzaron algunos dirigentes gremiales en contra de la primera autoridad del municipio.

Es una vergüenza que los vendedores respondan con amenazas cuando una autoridad pretende dotarles modernos mercados para que los productos que comercializan estén expuestos en sitios adecuados y no como ahora están.

En la actualidad, varios de los productos que se venden, por ejemplo, en el populoso mercado de La Pampa están en medio de mugre, las moscas y desperdicios de todo tipo que son echados en los pasillos.

Solo basta recorrer el sector de la comercialización de carne para constatar las pésimas condiciones que tiene. Ni qué decir, el área de venta de animales, donde los compradores deben soportar los olores nauseabundos que existen.

Entendemos que la autoridad no pretende echar a los comerciantes de La Pampa, sino dotarles de espacios más cómodos, donde existan sectores específicos, ordenados y limpios.

Ese centro de abasto requiere una mejora estructural. En ese marco, la autoridad propone edificar un mercado de dos o tres pisos como máximo, con todos los servicios básicos.

La Pampa no solo tiene problemas de infraestructura, sino de conexiones de alcantarillado y energía eléctrica. Los cables de la red de luz son un verdadero desastre y los comerciantes lo saben, porque han sido víctimas de incendios provocados, precisamente, por las pésimas instalaciones que ellos mismos han permitido.

Sobre el mercado 27 de Mayo, cuyo proyecto ya está a diseño final, este debería ejecutarse en el corto plazo, porque permitirá a los comerciantes vender en mejores condiciones y en ambientes cómodos para toda la clientela que tienen.

Sin embargo, dirigentes del centro de abasto aseguran desconocer detalles del proyecto y dudan que la Alcaldía pueda ejecutarlo.

Como dijo el Alcalde a OPINIÓN, el martes, es preciso iniciar un proceso de diálogo con todos los dirigentes de ambos mercados, para que juntos puedan llegar a un consenso que permita hacer viable la construcción.

Sin embargo, insistimos, la autoridad edil no debe dar un paso atrás para impulsar el reordenamiento de ambos mercados.

Asimismo, Tellería debe mantenerse firme en la decisión que ha tomado de no otorgar ni un solo permiso más para el asentamiento de vendedores.

La cantidad de comerciantes en ambos centros es alta, al punto que en el caso de La Pampa, muchos incluso se apropiaron de las calles y avenidas de la zona, impidiendo la circulación de vehículos.

La tarea no será fácil, pero ello no significa que los vendedores continúen apropiándose de los espacios públicos y municipales.

Las autoridades de la ciudad deben tomar el ejemplo de Santa Cruz de la Sierra, donde el alcalde Percy Fernández aplicó medidas drásticas para desalojar a comerciantes y trasladarlos a otro sector.

Cochabamba debe dejar de ser una ciudad desordenada y qué mejor que comenzar con los mercados, que desde hace tiempo es uno de los mayores problemas que tiene la ciudad.

Hasta ahora ninguna autoridad le puso el cascabel al gato, pese a las promesas electorales que en el pasado realizaron los candidatos. Como siempre, prometieron cielo, mar y tierra, pero ninguno se atrevió a iniciar las acciones que realmente deben ejecutarse.

Los comerciantes, en lugar de amenazar, deberían buscar el diálogo para hallar juntos soluciones que beneficien a la ciudad y a su sector.