La psicóloga y especialista en autismo, Yola Lara, explicó que las personas con autismo y síndrome de Asperger sufren porque tienen el oído más fino y los estruendos afectan especialmente a los más pequeños.

“Los oídos de estas personas son muy finos, demasiado sensibles y escuchar un sonido inesperado, como son los fuegos artificiales, les afecta y puede llegar causar daños severos”, indicó.

Si bien en Bolivia, no hay datos del número de personas que padecen estas enfermedades, la cantidad va en aumento, según André Agramont, presidente de la Asociación de Padres con Niños con Autismo.

“Ellos escuchan los sonidos diez veces con mayor intensidad que nosotros, son muy sensibles y cualquier ruido fuerte los altera. La pirotecnia explosiva tiene tonalidades diversas y no están preparados para eso. Los pequeños que sufren dolor físico, llanto, agreden o se autolesionan por la desesperación, ellos no saben qué está pasando”, remarcó.

Los especialistas aconsejan utilizar pirotecnia no explosiva, ya que el ruido también afecta a los animales, y optar por las que tienen un bajo nivel de estruendos, ya que existen empresas que ofrecen productos con bajos decibeles.

La pirotecnia explosiva causa también daño a los animales, en especial a los perros. Señaló que muchas mascotas huyen de sus hogares, por lo general, aturdidos y sin ningún rumbo, deambulando por las calles y exponiéndose al peligro de ser atropellados.