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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Cambios y buenos augurios para 2019

Empeño. Al margen de las buenas intenciones que tengan unos u otros, lo más importante será el empeño que le pongan a sus acciones quienes tienen poder de decisión.<BR>
Cambios y buenos augurios para 2019
El inicio de un año es, siempre, una buena oportunidad para comenzar nuevos proyectos, enmendar los errores cometidos o concluir las tareas pendientes, que en algunos casos han sido postergadas por años o décadas.

La noche del último día del año, las personas se toman unos minutos para reflexionar, evaluar lo que hicieron o dejaron de hacer en la gestión y se proponen hacer ajustes en su vida personal y profesional.

Cambiar de trabajo, mejor remunerado, un ascenso, concluir los estudios universitarios, cursar una maestría o mejorar las relaciones familiares son algunas de las metas que se trazan las personas que buscan empezar con bríos renovados la nueva gestión.

Esta misma actitud debería proyectarse en la política, instancia en la que los actores, tanto del oficialismo como de la oposición, deberían orientar todo su “arsenal” para aportar en la construcción de una mejor sociedad, con más equidad y justicia, en vez de simplemente denostar al que piensa diferente o no es de su color.

Unidad y trabajo son, por lo general, los mejores deseos de los políticos y de las autoridades para el nuevo año que comenzará en unas horas.

Ese es el caso, por ejemplo, del presidente Evo Morales, quien llamó a la unidad de los bolivianos unas horas antes de la Nochebuena, “por encima de cualquier diferencia ideológica”.

Este pedido, además de hacerse extensivo a todas la autoridades, deberá ponerse en práctica en las acciones de los políticos y no solo quedarse en palabras. Porque lo que sucede, generalmente, es que se hacen promesas demagógicas que no se cumplirán.

¿Qué debe cambiar o mejorar en 2019 para el bienestar de los bolivianos?

El primer punto de partida será el tan manido desarme espiritual que se pregona cada gestión, en Navidad o Año Nuevo, pero que solo queda en el tintero o se lo práctica por unos días, para después volver a la misma diatriba de siempre, con insultos y acusaciones.

Otro tema pendiente, reclamado por oficialistas y opositores, es la justicia. Ambos lados coinciden en que la administración de justicia tiene muchas falencias, por la retardación y los fallos equivocados que se dieron en los últimos meses, uno de los más mediáticos el del médico Jhiery Fernández, acusado de violación a un bebé.

Se repite constantemente que la justicia debería ser más ágil y oportuna para todos y no solo para aquellos que tienen cierto poder o recursos económicos para contratar abogados.

Nuestro firme deseo es que el rostro de la justicia cambie en 2019, y que los jueces juzguen como la diosa Themis, sin ver de quién se trata, para que su fallo sea más justo.

Una salud inclusiva, universal, con calidad y calidez, es otro cambio que se espera para 2019. El Sistema Único de Salud, anunciado por el Gobierno, apunta en esa dirección, que todos los bolivianos, especialmente quienes no tienen un seguro social a corto plazo, puedan acceder a este servicio.

Otro tema trascendental en la vida del país es el marítimo. El Gobierno deberá implementar una estrategia para retomar y encaminar las negociaciones hasta lograr una salida soberana al Pacífico, más aún después del fallo adverso en La Haya.

Pero, al margen del Pacífico, el país deberá consolidar también su salida al océano Atlántico, tomando en cuenta que hay tres puertos en Santa Cruz que recibieron la certificación internacional, Jennefer, Gravetal y Aguirre, por donde se puede importar y exportar todo tipo de mercadería.

Sin embargo, al margen de las buenas intenciones, lo más importante será el empeño que le pongan a sus acciones, más que a sus palabras, quienes tienen poder de decisión. Porque de nada servirán los anuncios de buenos deseos si en el fondo no hay la intención de cumplir la palabra empeñada.