Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Danny abandona de entrada y solo el 66 por ciento de bolivianos “sobrevive” a la odisea

El representante cochabambino abandonó apenas había iniciado el raid, en la edición más dura que atravesó Sudamérica. En el camino quedaron ocho, entre ellos, Walter Nosiglia. Daniel Jager fue la revelación con el puesto 13.
Danny abandona de entrada y solo el 66 por ciento de bolivianos “sobrevive” a la odisea



La de principios de este año fue considerada la versión verdaderamente más dura en la historia del Rally Dakar dentro de Sudamérica, que del 6 a 20 de enero pasado incluyó a Bolivia por quinta ocasión consecutiva.

Debió, en efecto, justificar su complejidad, pues, hasta el quinto día de la contienda, el raid ya se había cobrado la baja de 70 competidores. En el camino habían quedado corredores de la talla del francés Adrien Metge (Sherco), quien se retiró con una fractura en la tibia, apenas iniciado el primer tramo peruano entre Lima y Pisco.

También el británico Sam Sunderland, de KTM, campeón en motos en la edición de 2017, se vio instado a abandonar. Lo hizo en la cuarta etapa. Sufrió una lesión lumbar.

No quedaron excentos del adiós precipitado los representantes bolivianos. De hecho, el 66 por ciento del team nacional resignó llegar a la meta. Esto es que, de 12 participantes, solo 4 arribaron a la provincia argentina de Córdoba.

El número apoya, entonces, la dificultad de la edición pasada, que comenzó en la capital incaica y culminó en las serranías de Argentina, luego de 14 etapas de dunas, terreno pedregoso y cambios abruptos de temperatura.

El vinteño Danny Nogales, ansioso de antemano por demostrar lo aprendido durante un año, fue el primero en levantar las manos. Y no porque “perdió la brújula”. El “jinete se bajó del caballo” porque, llanamente, su moto decidió no arrancar más debido a una falla eléctrica tras la etapa 1.

La imagen de Danny, con la mirada perdida, graficó su impotencia. Pero allí estuvo su gente. Incluso el paceño Hernán Paredes se solidarizó con él y, pese al cansancio del tramo, se preocupó. Le dio un sandwich que el vinteño jamás comería por encontrarse liado.

Otra de las bajas que dolió fue la del chuquisaqueño Walter Nosiglia. El experimentado Lobo del Desierto, que en 2015 se subió al tercer lugar del podio en la categoría cuadratracks, no pudo repetir el resultado en la edición 2018. El martes 16 de enero comunicó su adiós por causa de un edema pulmonar que, si hubiese continuado, podría haberse agravado.

Sí concluyó su hijo menor Daniel Nosiglia Jager, que a bordo de su moto KTM revolucionó el país con el casillero 13 en la tabla definitiva. Era su segunda participación en el Dakar y el cachorro generaba aplausos. Su hermano Walter Jr. dejó el raid en el cuarto día. Se lastimó la muñeca izquierda y el pulgar.

Entre los cuatro que llegaron a Córdoba también figuró el cruceño Marco Bulacia, que junto a su copiloto Eugenio Arrieta condujo su coche a buen puerto y cerró en el puesto 14. Se trató de su última participación. Le cederá la posta, con la vara alta, a su hijo Marquito, quien estará en la carrera de enero próximo con solo 18 años.

A Paredes y al cruceño Leonardo Martínez, en quads, les costó completar el trazado. Sin embargo, se convirtieron en dos de los “sobrevivientes” del Dakar. Terminaron en los casilleros 24 y 23, de manera respectiva.

El debutante Rilver Vásquez, el minero del team, fue excluido por la organización. También quedaron out Suany Martínez, la única mujer en el grupo nacional, y Juan Carlos el Chavo Salvatierra (motos).