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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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EN VUELO

El amor por las ocurrencias de nietos y bisnietos

El amor por las ocurrencias de nietos y bisnietos
Si usted es uno de nuestros lectores que sigue las publicaciones sobre temas aeronáuticos, este artículo es una excepción, válido solamente para quienes tienen la dicha de ser abuelos, debido a que solo ellos podrán entender su contenido a cabalidad.

Ser abuelo es un estado verdaderamente hermoso que, lejos de hacernos sentir envejecidos, nos lleva a retroceder a nuestros años de juventud y, muy frecuentemente, a rememorar nuestra infancia, debido a la "chochera" que se manifiesta en nuestro ser.

Cuando a nuestros pequeñitos les aqueja algún problema de salud, que puede ser una molestia del estómago o quizás un resfriado, la preocupación nos hace desear ser nosotros los enfermos, cuestionándonos respecto al origen de su malestar.

Mientras fuimos padres y nuestros hijos nos mojaban las rodillas o las faldas de mamá, no ocultábamos nuestra molestia. Si con un nieto sucede lo mismo, tocamos la mojadura y nos persignamos cual si fuera agua bendita. 

Si los hijos aprendían a decir malas palabras, les censurábamos. En cambio, a los nietos les festejamos con admiración por la divertida ocurrencia, y así sucede en muchas situaciones más.

Los nietos y los bisnietos son nuestros hijos por doble partida. Son esos seres que nos prolongan la vida. Los hijos, un testimonio; los nietos y bisnietos, la total confirmación. Por eso los amamos de manera diferente. 

A los nietos y bisnietos les damos los besos que quizás olvidamos brindar a nuestros hijos y sus besos son tal vez los últimos que recibiremos. Inclusive nuestras emociones se manifiestan con mayor intensidad en una graduación de kínder de los nietos y bisnietos que en las graduaciones del colegio o la universidad de los hijos.

Con los nietos en brazos revivimos la juventud que sabemos que se nos fue. Ellos son la inyección que nos devuelve la juventud y las ganas de seguir viviendo, pidiendo al Altísimo que nos conceda más vida para seguir gozando de ellos. 

Me siento muy afortunado por haber llegado a conocer a mis bisnietos Andrecito y July, y cada Navidad agradezco a Dios que los trajo a mi lado, que me dio vida y este hermoso regalo, y le pido que me permita disfrutar de ellos muchos años más.

Gracias Señor.