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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Transfeminicidios

Vulnerabilidad. De acuerdo con el informe 2016-2017 “Esperando la muerte”, la mayoría de esta población en Bolivia es víctima de extorsión, solo por contarle al otro su orientación sexual o identidad de género. <BR>
Transfeminicidios
Poco se habla del transfeminicidio en nuestro país, pero se da y hay cifras escalofriantes, así como los casos de feminicidio. El transfeminicidio no es otra cosa que el asesinato de personas trans, término que no está incluido ni reconocido por las leyes. Sin embargo, existe y se registra con mayor frecuencia.

De acuerdo al colectivo TLGB, en Bolivia se registraron al menos 60 casos en los últimos 12 años, un promedio de cinco por gestión.

Ese dato también debe preocupar a las autoridades y a la sociedad, porque se trata de personas que son vilmente asesinadas, muchas veces luego de ser humilladas, violadas y torturadas.

Una muestra de esa crueldad y odio de por medio a quienes deciden cambiar de sexo y vestir diferente se registró en la ciudad de El Alto, donde una transexual identificada como Litzy Hurtado (Marco Antonio) fue asesinada la madrugada del lunes en la discoteca El Chocolate.

Según el informe policial, Litzy habría perdido la vida luego de ser cruelmente golpeada y apuñalada con un destornillador por un grupo de hombres que se encontraba en la discoteca, ubicada en la populosa zona 12 de Octubre, en el mismo sector donde funcionan varios prostíbulos.

La activista y defensora de los derechos de la población Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales, Transgénero e Intersexuales (LGBTI) Tamara Núñez Del Prado escribió en su cuenta de Facebook y contó parte de los hechos. “Todo empezó por insultos y burlas hacia estas compañeras, los delincuentes las agredieron hasta quitarle la vida a Litzy... Su hermana está en el Hospital Holandés, recuperándose”.

Este caso hoy es investigado por las autoridades policiales. Sin embargo, activistas y defensores de este grupo temen que el transfeminicidio de El Alto quede en la completa impunidad, así como tantos otros que hasta la fecha no han sido esclarecidos ni sancionados.

Se sabe que de los más de 60 casos que se registraron en los últimos 12 años en Bolivia, apenas uno fue investigado y llegó a juicio hasta culminar con la sentencia del acusado.

El 24 de noviembre de 2017, por primera vez en Bolivia, se sentenció un caso de crimen de odio. El asesinato de la transexual Dayana Kenya Zárate por su pareja se cometió el viernes 1 de abril de 2016 y después de casi 19 meses un tribunal de justicia condenó a 30 años de cárcel al autor del hecho.

Según la agencia ANF, Dayana Kenya (José María) fue torturada y degollada por su pareja sentimental, Alejandro Vilca. Fue encontrada maniatada de pies y manos, con cortaduras en el cuerpo y quemaduras de cigarrillo en su rostro, en el baño de su rockola “Sensacional”, en la zona Villa Primero de Mayo de la ciudad de Santa Cruz.

Hoy, se espera que las autoridades policiales y judiciales esclarezcan la muerte de Litzy, así como lo hicieron con el de Dayana, y se sancione a los crueles asesinos que matan por odio.

Para nadie es desconocido que las lesbianas, bisexuales, gays y transexuales forman parte de una población vulnerable, la que más agresiones sufre no solo en Bolivia, sino en el resto del mundo.

De acuerdo con el informe 2016-2017 “Esperando la muerte”, la mayoría de esta población en Bolivia es víctima de extorsión, solo por contarle al otro su orientación sexual o identidad de género. Un 14.2 por ciento se da en lesbianas, 16.4 por ciento en bisexuales, 12.7 por ciento en gays y 17.3 en trans.

Respecto a la violencia, las mayores víctimas son las transexuales con un 11.5 por ciento , seguidas por bisexuales 3.4 por ciento , gays 3.2 y lesbianas 2.6 por ciento .

Asimismo, las trans son las mayores víctimas de humillación, amenazas, insultos y golpizas.

Estas cifras son preocupantes y todos debemos trabajar para evitar que sigan creciendo. Son seres humanos como cualquier otra persona, por tanto, merecen respeto, no odio ni discriminación.