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  • Diario Digital | lunes, 18 de marzo de 2024
  • Actualizado 22:34

El bloque bolivariano celebra 14 años arrinconado por el avance de la derecha

El bloque bolivariano celebra 14 años arrinconado por el avance de la derecha

Los países agrupados en la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (Alba) conmemoraron hoy en La Habana los catorce años de formación de un bloque que enfrenta uno de sus momentos más complicados, ante el viraje a la derecha que experimenta la región y la abierta hostilidad de Estados Unidos.


La XVI Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Alba reunió en Cuba a los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro; Bolivia, Evo Morales; y Nicaragua; Daniel Ortega, entre otros, quienes junto a su homólogo cubano, Miguel Díaz-Canel, coincidieron en llamar a la unidad frente al avance conservador y las injerencias de Washington.


En este nuevo ciclo político regional la Alba ha perdido al que llegó a ser uno de sus principales valedores, Ecuador -el presidente Lenín Moreno sacó a su país en agosto en respuesta a la crisis migratoria venezolana-, mientras Santa Lucía no envió a nadie al encuentro en La Habana, lo que se entiende como un alejamiento



Venezuela atraviesa una crisis social, económica y política sin precedentes; Cuba tiene importantes problemas de liquidez agravados por nuevas sanciones de Estados Unidos; y Nicaragua también lleva meses sumida en la inestabilidad, con protestas antigubernamentales que han dejado entre 325 y 545 muertos, según organismos humanitarios.


Los países bolivarianos atribuyeron hoy este escenario a una ofensiva "neocolonial" que busca, mediante la injerencia, la promoción de la "subversión interna" y las "agresiones económicas" desestabilizar a los gobiernos latinoamericanos de izquierda.


Cuba, Venezuela y Nicaragua, cuyos Gobiernos fueron bautizados recientemente por EE.UU. como "la troika de la tiranía", recibieron hoy la solidaridad de sus socios de la Alba como principales objetivos de las iras de la potencia norteamericana.


Para el mandatario anfitrión, Miguel Díaz-Canel, que asistía por primera vez como presidente a un cónclave del mecanismo de cooperación, esas estrategias representan los principales "peligros para la paz en la región" cuya unidad es el "bien más preciado".


"No podemos ser ingenuos y aceptar silenciosamente las agresiones golpistas contra otros países hermanos. No es posible subestimar el gran despliegue de recursos de nuestros adversarios históricos para descarrilar Gobiernos, imponer caos y derrocar autoridades democráticamente electas", advirtió.


A juicio del boliviano Evo Morales es preciso fortalecer los mecanismos de concertación como la Alba para detener los "ataques imperialistas" de la "creciente derecha" en Latinoamérica.


"Hay que mantener a la Alba fuerte", insistió el mandatario durante su intervención, en la que alertó de que no solo la Alba sino también la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) "están siendo atacadas por el imperio".


Mientras, el nicaragüense Daniel Ortega, que decidió intervenir en el plenario en el último momento tras no hacerlo en el segmento reservado a los presidentes, acusó a Estados Unidos de ser incapaz de convivir con las normas del derecho internacional que condenan la injerencia en la soberanía de otros países.


Aunque no se refirió a las nuevas sanciones impuestas a su país por Estados Unidos a través de la recién aprobada "Nica Act", el gobernante sandinista sí condenó las políticas de EE.UU. contra Cuba, Venezuela y Bolivia y puso a la Alba como ejemplo del triunfo del "multilateralismo".


Frente a la retórica solidaria y los "vivas" a la Alba, fue el venezolano Nicolás Maduro quien puso sobre la mesa la incapacidad del bloque para realizar una integración económica efectiva pese a sus logros sociales en los campos de la educación, la sanidad o la cultura.


Con el giro a la derecha de Brasil y Argentina, dos de las mayores economías de la región que aunque no pertenecían al bloque bolivariano eran aliadas de izquierdas, Maduro llamó a la integración financiera como "base de la independencia" frente a los embates neocolonialistas e imperialistas en una "región en disputa".


También reiteró, como ya hizo en enero pasado, su propuesta de que el bloque adopte la "criptomoneda" Petro -creada para sortear las sanciones de Estados Unidos y respaldada por el petróleo venezolano- "como centro de sus esfuerzos monetarios para la integración económica".


Junto a las llamadas a la unidad, la otra constante de la reunión fueron las menciones a los fallecidos expresidentes Fidel Castro y Hugo Chávez, artífices de la creación de la Alba en 1994 como alternativa al Área de Libre Comercio para las Américas (Alca) impulsada en aquel momento por Estados Unidos.


Además de los países fundadores, el bloque lo integran en este momento Antigua y Barbuda, Bolivia, Dominica, Nicaragua, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Granada y San Cristóbal y Nieves.