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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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El peor olor de la Llajta

Intensidad. Esos olores desagradables hoy se sienten más que en invierno u otra época del año, debido a las altas temperaturas que se registran desde tempranas horas de la mañana.<BR>
El peor olor de la Llajta
Volver a Cochabamba después de vivir años en el extranjero es algo muy especial para Camila Suárez, porque no solo abrazará a su familia y compartirá con sus amigos, sino que verá de tiempo cómo creció y cambió su tierra.

La emoción de la joven cochabambina es grande, más cuando el piloto de la aeronave que la trae de España anuncia que en unos minutos más aterrizarán en el aeropuerto Jorge Wilstermann. Ya en tierra y cuando la puerta del avión se abre, de pronto se siente un nauseabundo olor, el mismo que hace tres años dice que sintió cuando partió al país europeo.

Similar aroma percibe Pedro Marca, otro cochabambino que de tiempo vuelve a la Llajta para pasar la Navidad y recibir el Año Nuevo junto a su familia.

Y es que el pésimo olor del río Rocha no ha cambiado desde hace muchísimo tiempo, hecho que es cuestionado no solo por Camila y Pedro, sino por todo aquel que arriba al aeropuerto.

Esos olores desagradables hoy se sienten más que en invierno u otra época del año, debido a las altas temperaturas que se registran desde tempranas horas de la mañana.

Es lamentable que el emblemático río Rocha siga como hace tiempo, desprendiendo olores pestilentes que incomodan a todos. Suponemos que las autoridades que también viajan lo sienten, pero desgraciadamente poco o nada hacen porque de una vez se encuentre una solución a este problema que afecta a la imagen de Cochabamba.

Algunos dicen, bromeando, que es el olorcito qhochala que parece gustar a las autoridades, razón por la que las soluciones a este tema demorarán en llegar.

Lo cierto es que el Rocha ha sido descuidado y nadie se atreve a hacer algo porque deje de oler. No se necesitan hacer más estudios para demostrar que el afluente necesita acciones concretas e inmediatas.

El Rocha requiere de la ejecución rápida de un plan, no solo para que desaparezca el pésimo olor que reina en todo el sector del aeropuerto, sino para salvarlo del alto grado de contaminación del que es víctima.

Si bien la Gobernación de Cochabamba ha asegurado en reiteradas oportunidades que se realizan innumerables tareas para la descontaminación el río, estas todavía no se sienten.

Es cierto que la labor para salvar al Rocha no es sencilla, pero de alguna manera se observa que las acciones son muy lentas.

En septiembre de este año, la responsable regional de Medio Ambiente de la Contraloría General del Estado, Claudia Ayllón, aseguró a la agencia ABI que el proceso de descontaminación tiene avances solo en el municipio de Sacaba, que tiene una planta de tratamiento de aguas que son vertidas en el río.

"En el caso de Cochabamba, la planta de tratamiento de Albarrancho tiene deficiencias, está en proceso de ampliación (...) Tiene que construir una planta en Valverde porque tiene solo un sistema de depuración, no está tratando", dijo en esa oportunidad la funcionaria y explicó que en los casos de Colcapirhua, Quillacollo, Vinto, Sipe Sipe y Capinota no existen sistemas de depuración de líquidos servidos e industriales, por lo que se usan cárcamos que “colectan aguas residuales crudas y las descargan directamente al río Rocha", agudizando la contaminación.

Las explicaciones de Ayllón confirman que las acciones para la descontaminación del Rocha van a paso lento, porque existen innumerables tareas pendientes que las autoridades de la Gobernación y de los municipios deberán asumir.

La recuperación del afluente debe ser una prioridad, caso contrario su situación se tornará cada vez más peligrosa.

Esta no es la primera vez que se lanza esta advertencia, se la hizo en varias oportunidades, pero hasta ahora no hay muchos cambios. Los pésimos olores siguen como hace años, así como la contaminación de sus aguas.