El Bayern será cabeza de serie en el sorteo de octavos del lunes (12.00h, Movistar Liga de Campeones) pese a que hizo todo lo posible e imposible que tuvo en su mano para que no fuera así. Podríamos hablar de que el Ajax fue valiente, que es un equipo repleto de jóvenes valores que pronto volarán a nidos más altos, pero la verdad es que, sin desmerecer el trabajo del conjunto neerlandés, hizo mucho más el conjunto alemán por sufrir en el Johan Cruiff que el Ajax por lograr la victoria que les podría primeros de grupo en el sorteo de octavos.
Inentendible la cara que mostró el Bayern en el Johan Cruiff Arena. Tan fácil lo tenían que le bastaba ganar o empatar para meterse como cabeza de serie... y finalmente acabó sufriendo lo inexplicable para mantener ese liderato

Por ir por partes, diremos que el Bayern será cabeza de serie por dos razones, básicamente: porque tiene en sus filas al máximo anotador de la Champions League 2018-19 (Lewandowski, con 8 tantos); y porque el Ajax volvió a pecar de candidez al cometer un penalti en las botas de Tagliafico y que supuso el segundo tanto de Lewy.
En ese momento, minuto 86´, los de Ámsterdam habían logrado remontar el tanto inicial de Lewy en el 13´ gracias a los tantos de Tadic. El serbio, que está cuajando la mejor temporada de su carrera, vive una segunda juventud luciendo la blanquirroja del Ajax, anotó en el 61´ haciendo justicia a un excelente segundo tiempo neerlandés y empatando el partido; y marcó también el penalti que provocó Boateng en el 82´. Inexplicable también está pena cometida por el central, al que no le deben hacer homenajes por sus actuaciones con el Bayern en Champions.
Al final el partido se acabó decantando del lado local por la citada candidez histórica del Ajax. El penalti de Tagliafico fue aumentado por el tanto de Coman en el 90´. Con ese 2-3, aun hubo tiempo para algo más de emoción gracias al tanto en propia de Süle tras un barullo en el área visitante. El Bayern será líder... pero de forma totalmente fortuita.

Entradas criminales de Wöber y Müler

Hecha la parte deportiva, hay que darle su propio apartado a las patadas que Wöber y Müller dieron a compañeros rivales y que supusieron su expulsión inmediata. El central austríaco, muy inseguro a lo largo de todo el partido, se convirtió en el mejor aliado alemán al clavar una patada a Goretzka. Expulsado en el 67´, con 1-1 en el marcador.
Pero si terrible fue su entrada, no menos bestia fue la de Müller, que clavó sus tacos en la cara de Tagliafico. Ni protestó la cartulina roja y se fue derecho fuera del terreno de juego. Inexplicable actuación del campeón del mundo.