Conseguir que la ejecución presupuestaria municipal llegue al 75 por ciento , así como ocurrió en la gestión pasada, es una misión casi imposible para el nuevo alcalde suplente temporal de Cochabamba, Iván Tellería.

La crisis municipal, que comenzó con el escándalo del presunto sobreprecio en la adquisición de mochilas chinas y por el que el titular José María Leyes hoy está recluido en el penal de San Antonio, afectó gravemente a la ejecución de las obras, aprobación de planos y un sin fin de cosas, que ahora el exdirigente del transporte urbano deberá reencaminar mientras ocupe la silla municipal.

Desde su elección, el pasado 6 de diciembre, Tellería ha mostrado mucha fuerza y ganas para reactivar la Alcaldía. Como muestra, no perdió tiempo y se reunió con su gabinete para trabajar arduamente con miras a que la ejecución presupuestaria llegue mínimamente al 65 por ciento hasta el 31 de diciembre.

El viernes 7, tampoco dudó en tomar un avión para viajar a La Paz y reunirse con el ministro de Salud, Rodolfo Rocabado. Su objetivo era lograr que el Gobierno transfiera 18 millones de bolivianos para pagar una parte de la deuda que el municipio tiene con el hospital Viedma por la prestación de servicios.

La nueva autoridad, que tiene 44 años y es abogado de profesión, dijo que no dudará en tocar cualquier puerta para conseguir los recursos que requiera la Alcaldía, no solo para honrar sus deudas, sino también para ejecutar las obras que los cochabambinos necesitan y las que el actual gobierno municipal prometió realizar.

Asimismo, habló de garantizar la estabilidad y manejar la Alcaldía priorizando el trabajo y no así la política, toda vez que el municipio necesita de acciones para ejecutar todo lo que estaba planificado.

Tellería está consciente del estado actual de la Alcaldía y sabe también que solo no podrá recuperar el tiempo perdido. Es por ello que, en una entrevista con la red ATB, pidió a la población y a todos los sectores, incluidos los funcionarios, unidad y tregua para encontrar soluciones a los múltiples problemas que aquejan al municipio.

La flamante autoridad no oculta la preocupación que tiene, porque sabe que reconducir la Alcaldía no será una labor fácil. Sin embargo, la energía que muestra para trabajar con todos, lejos de la política, permite pensar en que el año que viene podría ser mejor que el que está apunto de concluir.

A todo esto se suma su intención de luchar contra la corrupción, que tanto daño le hizo a la institución edil desde que se denunció el polémico caso de las mochilas chinas.

Para ello, es importante que la autoridad seleccione a sus mejores fichas y no acepte ninguna imposición partidaria. Tellería es quien decide, no el partido ni el jefe de la tienda política a la cual representa.

La nueva autoridad tiene en sus manos una gran responsabilidad para cambiar la imagen de la institución. Asimismo, la gran oportunidad para demostrar de lo que puede hacer como la primera autoridad de Cochabamba.

Tellería no debe desaprovechar el respaldo que recibió el día de la elección, cuando siete de los 11 concejales le dieron su voto. Asimismo, la esperanza que muchos sectores tienen para que reconduzca el municipio y Cochabamba salga del abismo al que ha caído producto de la crisis que comenzó en abril de este año.

Y es que el exdirigente del transporte era una de las mejores fichas que aún quedaba entre los seis demócratas que tenían la posibilidad de reemplazar temporalmente a Leyes.

Hay que recordar que durante su gestión como presidente del Concejo, el ahora burgomaestre se mostró bastante concertador y muy apegado a las normas. Fue más autoridad que político, hecho que deberá mantener para alcanzar los objetivos que se ha propuesto.