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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Más de 1.000 aplicaciones contienen códigos que comparten la ubicación de los usuarios

Más de 1.000 aplicaciones contienen códigos que comparten la ubicación de los usuarios

Lo que partió como una forma de personalizar las aplicaciones y los anuncios dentro de los dispositivos móviles — celulares, tablets y/o computadoras — se ha transformado, según una investigación The New York Times, en una verdadera “máquina de análisis y recopilación de datos”. Así lo confirma un artículo publicado esta jornada por el medio norteamericano, titulado “Tus aplicaciones saben dónde estuviste anoche y no lo mantienen en secreto”.
En ella, cuentan que más de 1.000 apps populares contienen códigos que comparten la ubicación de los usuarios y que unas 75 compañías — en Estados Unidos — reciben datos precisos y anónimos de estos desarrollos. Ellas habrían rastreado unos 200 millones de dispositivos móviles, es decir, la mitad de los que estaban en uso en todo el país.
Uno de ellos fue el de Lisa Magrin, una profesora de matemáticas de 46 años que portaba un teléfono inteligente y que ilustra la investigación del NYT. Según una base de datos recopilados en el mismo estado de Nueva York, en cuatro meses su dispositivo habría compartido más de 8.600 veces su ubicación o una vez cada 21 minutos. En la práctica, con la geolocalización entregada de ciertas aplicaciones se pudo determinar el trayecto que Magrin hacía a la escuela, e incluso cuando fue al dermatólogo o a la casa de su ex novio.
En esta línea, ya con la mayoría de las calles y autopistas trazadas a nivel global, las aplicaciones pueden ubicar a los usuarios que aceptan en un principio compartirlas. Los datos que surgen de ellos mismos en su vida cotidiana, pueden ser utilizados o analizados por anunciantes o empresas que buscan comprender el comportamiento de los consumidores.
Lo que dicen las empresas Las firmas que participan de este “marketing de la localización”, afirman que su interés está centrado en los patrones de los usuarios y no en las identidades de ellos mismos. Que no recopilan sus nombres, ni sus números de teléfonos. Sin embargo, explica The Times, aún se podría identificar y rastrear a una persona sin su consentimiento: detectando el dispositivo en su vivienda o — viceversa — siguiendo un móvil y ver dónde pasaba la noche o dormía.
“La información sobre la ubicación puede revelar algunos de los detalles más íntimos de la vida de una persona, ya sea que haya visitado a un psiquiatra, haya asistido a una reunión de alcohólicos anónimos o con quien podría tener una cita”, dijo el senador demócrata de Oregón, Ron Wyden, quien propuso limitar la recopilación y venta de los datos. Él mismo sostuvo: “No es correcto que los consumidores desconozcan cómo se venden y comparten sus datos, y luego no puedan hacer nada al respecto”.
Según las compañías, cuando los usuarios habilitan la localización, sus datos son “un juego justo”. Para Times, las explicaciones son incompletas y engañosas en su política de privacidad, y no indican específicamente que las compartirán y venderán.
¿Para qué? La ubicación de los celulares y sus usuarios pueden tener distintos usos, según el rubro en que se trabaje.
Uno de los ejemplos que cuenta The Times, es el de las firmas financieras. Ellas pueden tomar decisiones de inversión, identificando si hay mayor número de personas trabajando o yendo a comprar a las tiendas. Así también, quienes también están en la mira del “márketing de la localización” son las propias instalaciones médicas.
En ellas se han desplegados campañas publicitarias de abogados, dirigidas a personas que llegaron a la sala de Emergencias. Es por tanto que una de las sugerencias para evitar el compartimiento de los datos es revisar la configuración de tu hardware, configurando las aplicaciones de tal forma que sólo recojan los datos de los usuarios cuando utilicen las aplicaciones.

Fuente: Emol.com