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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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COPA LIBERTADORES 2018

River reina en América

El Millo ganó 3-1 en el Bernabéu de Madrid y alzó su cuarta Libertadores, la segunda en la era del Muñeco. Quintero le cambió la cara al equipo, el Xeneize terminó con nueve y Gago se retiró lesionado. 
River reina en América

River ahora es solo fiesta. La bronca contenida, que se transformó en sed de revancha, y el fútbol que demostró le permitieron ayer ganarle el superclásico de la historia a Boca (3-1) y convertirse en el rey de América con la conquista de una Copa Libertadores 2018 inusual, con factores complicados del que el Millonario supo salir no solo con vida, sino con orgullo.

Tiene su cuarto trofeo continental en la vitrina, el segundo que logra el DT Marcelo Gallardo desde que asumió los hilos del conjunto, en 2014 (se coronó en 2015).

Demostró que es el más grande. Tuvo que apelar a lo mejor de su esencia para sacar adelante un partido dificilísimo con varios elementos adversos: no contó con su estratega en el banco, fue instado a perder la localía con la decisión de que el cotejo se disputase en el Bernabéu español y no en el Monumental. Debió, también, reinventarse por el golpe de las bajas por lesión y amarillas. Y el hambre funcionó.

Dio la vuelta el elenco dirigido por Napoléon (así llaman los hinchas a Gallardo) en una casa que no era suya y aguarda para disputar el Mundial de Clubes en Abu Dabi, un desafío por añadidura.

El gol del colombiano Juan Fernando Quintero, en la prórroga, y el de Gonzalo Pity Martínez, cuando el rival ya jugaba con nueve hombres (por la expulsión de Wilmar Barrios y por la salida sentida y desafortunada de Fernando Gago), fueron los que fulminaron al equipo de Guillermo Barros Schelotto.

El campeón de América tuvo carácter para levantar un tanto en contra que no supo resguardar el Xeneize, quien se quedó sin recursos.

Todo se decidió por un golpe de clase de Quintero, el proyecto de gran estrella que no termina de alcanzar la regularidad necesaria, pero que es capaz de conducir a su equipo a la conquista de cualquier título.

Los archirrivales tardaron más de media hora en despertar. El Millo quiso llevar la iniciativa, pero no encontró la forma de hilar el juego en el centro del campo, y Lucas Pratto vagó por el ataque sin que le llegase el balón. Boca esperó su ocasión, intercambió de forma constante las bandas entre Sebastián Villa y Cristian Pavón, pero no creó demasiado desconcierto.

Hubo un par de lanzamientos desde afuera del área, demasiado desviados pese a no tener oposición Nacho Fernández y Gonzalo Martínez, todo lo que asustó el equipo de Marcelo Gallardo.

En ese escenario se mueve bien el conjunto de Guillermo, que aprovechó la mejor situación al borde del descanso. Benedetto transformó el gol, tras regatear a Maidana y ejecutar a la perfección sobre el achique de Franco Armani (minuto 44).

La Banda cambió la cara en el complemento. Amenazó con un disparo ligeramente desviado de Nacho Fernández. Antes de la hora, Gallardo ingresó a Juanfer Quintero en lugar de Ponzio, en busca de un chispazo del colombiano.

Boca, que se quedó sin Benedetto en el 61 sustituido por Wanchope Ábila, no tuvo reparos en vivir el segundo tiempo cerca de su área, en busca de algún contragolpe decisivo, pero también expuesto al riesgo.

Y este le llegó a tiempo para cambiar el ánimo del encuentro, para que Fernández encontrase con un pase al centro del área a Pratto. El Oso restableció la igualdad.

River, que equilibró en dos ocasiones el marcador en la ida y llegó a Madrid con sensación de injusticia por haber perdido la condición de local, volvía a levantarse.

Desperdiciaron la oportunidad los dirigidos por Barros Schelotto, con un libre indirecto dentro del área por juego peligroso de Pinola (82). Ambos clubes comenzaron a pensar en la prórroga.

El alargue deparó un nuevo giro a la increíble historia; apenas comenzó fue expulsado Wilmar Barrios, que se ganó la segunda amarilla por una innecesaria entrada sobre Exequiel Palacios.

Boca quedó expuesto al talento de River. Y si de talento se habla, nadie mejor que Quintero, el más impredecible, capaz de desaparecer durante muchos minutos o sacar de la chistera un disparo a la escuadra, como lo hizo ayer.

Y en la efervescencia, con el 2-1 a falta de segundos para el fin, apareció la aclamada locura del Pity. El mendocino marcó a puerta vacía. El crack terminó de sentenciar la mayor victoria del club de Núñez (3-1), aquella que fue dedicada a históricos como Enzo Francescoli, Ángel Labruna, Pablo Aimar, Ariel Ortega y Marcelo Barovero.

El rostro de Barros Schelotto lo dijo todo: fue su peor derrota. Una vez más, Gallardo le ganó en el mano a mano. Todo apunta a que son las últimas horas del mellizo en el club. El presidente de Bolivia, Evo Morales, felicitó al Millo. Carlos Lampe recibió su medalla de plata.

1 aparente penal a favor de River no cobró el uruguayo Andrés Cunha. En un salida desesperada, el arquero Esteban Andrada intentó cortar a Lucas Pratto. El juez sentenció falta en ataque, cuando el mundo River concluyó que era penal.

Minuto 90

Somos 25, los 11 que juegan y los que entran tienen que estar preparados para todo. Debo felicitar a mis compañeros. Es un premio para todos”. Juan F. Quintero - RIVER

Me sentí representado por mi equipo. Fue un partido parejo. Dio todo. No hay reproches. Esta vez nos tocó perder”. G. Barros Schelotto - DT BOCA

Tenemos muchos valores que nos hacen sobrevivir en estas situaciones. Mostramos maneras distintas ante contextos en los que siempre hay algo de maldad”. Leo Ponzio - CAP. RIVER