Opinión Bolivia

  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
  • Actualizado 00:00

MIRADAS ANTROPOLÓGICAS

Transgresiones socio-sexuales

Transgresiones socio-sexuales
Una de las transgresiones más difundidas en las Indias era la bigamia. Según cifras, entre 1570 y 1699 se procesó a 171 personas por ese delito, en su mayoría hombres. Para gran parte de los conquistadores o colonos el asumir esa actitud significaba tener la oportunidad de recrear una nueva vida, enterrando su pasado en la península. La bigamia era el resultado lógico del tiempo transcurrido desde la migración. Cuentan que en la península, algunos esposos recién casados partían hacia las Indias y luego de 15 o 20 años, la esposa era un vago recuerdo. De manera que, para mitigar este problema, la legislación indiana estableció la obligación que los casados lleguen y retornen juntos a la España.

En el caso de las mujeres, la legislación era más dura. Estaban prohibidas de viajar sin la compañía del esposo y si en la travesía fallecía, (el esposo) ella debía retornar. Asimismo, si el viaje tenía el objetivo de reunirse con él, debía comprobarse previamente la existencia del marido a los cuales se los presumía muertos.

Los curas no estaban ajenos a formas transgresoras socio-sexuales, si bien su condición no era la bigamia, estos tenían actitudes viciadas que se las denominó “sodomía”. La investigadora Fernanda Molina (2009) en su tesis doctoral señala “mientras los brujos parodiaban las formas institucionales católicas, como sostenía el teólogo Pedro Ciruelo, los sodomitas se reproducían en el seno de la institución como una suerte de iglesia de Sodoma”.

Asimismo, por otra parte, existían muchas denuncias que señalaban sobre el trato que ejercían contra las indias de servicio, a quienes las sometían sexualmente, sembrando las doctrinas con hijos ilegítimos y no reconocidos. El cronista Guamán Poma de Ayala, retrataba esta situación.

Según la misma investigadora “Las solicitaciones también formaron parte de las imposturas sexuales de los clérigos. Se procesaron a muchos sacerdotes acusados de “solicitadores”. La expansión del delito entre la clerecía se observa en una carta que los inquisidores peruanos remitían, el 5 de abril de 1599, a la Suprema y General Inquisición, en donde informaban el apresamiento de 23 curas confesores “por aver solicitado a sus hijas de penitencia en el acto de la confesión para actos torpes y deshonestos en la provincia de Tucumán, donde apenas á avido sacerdote que no aya pecado”.

Con todo, diversas fuentes indican que los obispos contaron con el auxilio de la justicia secular para implantar el nuevo modelo católico de sexualidad, de manera que se insertó la persecución de la sodomía que fue una práctica marginal en comparación con la bigamia o la solicitación.

Ahora en pleno siglo XXI, muchos investigadores abordan la temática de las experiencias sexuales del pasado, pues esto constituye una herramienta que nos permite entender los fenómenos silenciados a lo largo de la historia. Uniones y desuniones de parejas, infidelidades, crímenes por celos, prácticas sodomíticas, represiones del comportamiento y cuantas más. Lo cierto es que en los últimos períodos se están destapando realidades que fueron invisibilizadas durante mucho tiempo, realidades que transgreden el orden socio-sexual como la bigamia, la violación, la pedofilia, explotación sexual y otras.