La Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen de La Paz desbarató, el miércoles pasado, una banda que se dedicaba a prestar dinero con intereses usureros, y que procedía a extorsionar a sus víctimas que no pagaban a tiempo el capital.

Esta modalidad de préstamo, conocida como ‘gota a gota’, es una práctica que utilizan ciudadanos colombianos y venezolanos, quienes convencen a sus víctimas con la promesa de que se trata de un crédito sin intereses.

Sin embargo, cuando se cumple el primer mes, los prestamistas, que se movilizan en motocicletas, exigen a los deudores el pago de elevados intereses, de hasta el 40 por ciento mensual, según denunciaron algunas víctimas.

En caso de no pagar el interés usurero, los integrantes de estas bandas amenazan a los deudores o a sus familiares y, en algunos casos, según denuncias de los afectados, los torturan.

Lo más recomendable es que una persona recurra a una entidad financiera cuando requiere un crédito. Y si no califica, por algún motivo, debe ver la posibilidad de acudir a un familiar.

Empero, muchas personas, desesperadas por conseguir el capital que requieren de la forma más inmediata posible, aceptan prestarse de los usureros, convencidos de que podrán pagar en un par de meses el capital y los intereses.

Pero, cuando se dan cuenta de que el monto del interés es bastante gravoso y sus cálculos no les resultan como habían planificado, reciben la visita de los prestamistas que los extorsionan.

Para evitar que las personas acudan a estos usureros, las entidades financieras deberían ser más ágiles en el momento de conceder los créditos, con requisitos más accesibles.

El préstamo rápido de dinero ‘gota a gota’, es una actividad mediante la cual algunas bandas organizadas aprovechan para lavar dinero proveniente del narcotráfico, denunció el ministro de Gobierno, Carlos Romero, el 23 de mayo pasado, después de que se desbarató una banda de colombianos.

Estos delincuentes, además de lavar dinero del narcotráfico, ganan intereses elevados con los préstamos que realizan, generalmente a comerciantes.

Los integrantes de estas bandas prestan sumas que oscilan entre 1.000 y 7.000 bolivianos, con intereses que varían entre el 10 y el 40 por ciento .

Cualquier préstamo con un interés por encima del 3 por ciento mensual se enmarca en el delito de la usura, según el artículo 409 del Código Civil. Esta actividad ilegal se castiga con hasta tres años de cárcel, por usura agravada, de acuerdo con el artículo 360 del Código Penal.

Además de esta modalidad, existen en el medio otros usureros que prestan dinero con intereses mensuales de 10 por ciento . En Cochabamba hay negocios establecidos a lo largo de la calle 25 de Mayo, donde los propietarios entregan los recursos con alguna garantía, y hacen firmar a los acreedores un documento.

Si una persona no cancela a tiempo el capital o el interés, puede perder el bien que ha dejado como garantía: celular, electrodoméstico o una motocicleta.

Lo que llama la atención de las casas de empeño es que ninguna autoridad toma cartas en el asunto, toda vez que estas trabajan en la ilegalidad, debido a que cometen usura.

La Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero determinó en diciembre del año pasado que en enero de 2018 se debía realizar un censo para determinar cuántas casas de empeño hay en el país y regular las tasas de interés.

Sin embargo, en la actualidad las casas de empeño siguen prestando dinero con intereses usureros de hasta más de 120 por ciento anual.

Asimismo, las extorsiones por los préstamos ‘gota a gota’ continúan en departamentos como La Paz, Cochabamba y Oruro, entre otros.

Es hora de que las autoridades realicen su trabajo de forma decidida, regulando las casas de empeño y capturando a los delincuentes que trabajan con la modalidad de préstamo ‘gota a gota”.