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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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DESDE AFUERA

Geoestrategia, panorama energético global y el orden hegemónico

Geoestrategia, panorama energético global y el orden hegemónico
En un momento de reconfiguración de la geopolítica mundial, parece claro que el orden hegemónico que el mundo conoció tras el final de la Guerra Fría ha acabado, dando paso a un mundo multipolar presidido por tres grandes potencias, Estados Unidos, Rusia y China, donde las dos últimas han constituido una asociación estratégica, que incomoda a Washington.

Los tres países son, además, actores de primer orden en el panorama global de la energía, y dos de ellos, Estados Unidos y la Federación Rusa, se disputan su influencia sobre Oriente Medio, la región que atesora las mayores reservas de gas y petróleo del mundo. Del mismo modo, los incidentes geopolíticos en importantes países como Venezuela no pueden dejar de tener incidencia en los mercados.

Es pues inevitable que el panorama energético internacional se vea contaminado por las rivalidades geoestratégicas tanto a nivel global como de algunas regiones clave. Estas tensiones crecientes entre las tres grandes potencias actuales amenazan con trasladar sus ondas de choque al ámbito global de la energía. Pekín y Moscú han cerrado filas frente al liderazgo de Washington a la espera de que pronto China tome la delantera.

EEUU ha pasado de ser el principal importador de hidrocarburos a verse pronto como uno de los principales exportadores, lo que le puede convertir en la piedra angular que regule los mercados del gas y del petróleo mundiales. Además, su principal rival comercial en dicho ámbito es la Federación Rusa. Por otra parte, China lidera la transición hacia energías más limpias y se ha convertido, tras la India, en el mercado energético más dinámico del mundo.

Al mismo tiempo, el proteccionismo comercial impulsado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, incorpora incertidumbre y tensiones en un horizonte ya de por sí complejo y preocupante. En el caso de las tres potencias, las sanciones comerciales impuestas por Washington contra Rusia y China avivan el fuego de la desconfianza de la asociación estratégica chino-rusa hacia los dictados del país que ha regido los destinos del mundo desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, los grandes retos energéticos no dejan de requerir enfoques globales y cooperativos. Está en juego la habitabilidad del planeta y el desarrollo equilibrado de amplias regiones del mundo. La energía es, y seguirá siendo, pieza clave para la vida de las sociedades. Otro punto de preocupación es la alarma disparada en 2017 tanto por la eficiencia energética, con peores resultados que en los años anteriores, como en el ámbito de las emisiones de CO2, que después de tres años de contención en su crecimiento han vuelto a aumentar un 1.6 por ciento .

Desde la perspectiva española, la estabilización del arco de conflictividad que va desde Ucrania, pasando por Oriente Medio hasta el Sahel, tiene una dimensión energética crucial. África, el continente que más preocupa a España en términos de estabilidad y seguridad, todavía no tiene importantes retos energéticos por resolver, sin los cuales el desarrollo será imposible. Las tensiones geopolíticas crecientes entre las grandes potencias no ayudan a paliar la situación. En la actualidad, dos de cada tres personas del África subsahariana carecen de acceso a la electricidad, constituyéndose de facto en el último rincón del planeta por electrificar.

Tomado de la agencia EFE