Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Una campeona sin cancha para entrenar

Apoyo. Es una vergüenza que Cochabamba cuente con un moderno complejo que continúe cerrado y que Centellas tenga que pagar para no perder el ritmo del deporte que le apasiona, el ráquetbol.<BR>
Una campeona sin cancha para entrenar
A cuatro meses de la realización de los Juegos Suramericanos, en Cochabamba, el Complejo Polifuncional de Sarco sigue cerrado, ocasionando graves perjuicios a los deportistas, quienes se ven obligados a buscar otros espacios y a erogar recursos económicos para seguir entrenando.

Entre esos deportistas perjudicados está nada menos que la campeona mundial en dobles Open Valeria Centellas, quien debe erogar cada día 40 bolivianos para el pago de alquiler de una cancha deportiva.

Es una vergüenza que Cochabamba cuente con un moderno complejo que continúe cerrado y Centellas tenga que pagar para no perder el ritmo del deporte que le apasiona, el ráquetbol.

Esa es una muestra de cuánto a las autoridades locales les importa el deporte y cuánto reconocen los logros que esta adolescente alcanzó a nivel mundial y puso en alto no solo el nombre de Bolivia, sino particularmente de Cochabamba.

¿Dónde quedó el apoyo que anunciaron las autoridades del municipio cuando Centellas y Yazmine Sabja llegaron a Cochabamba, luego de alcanzar el título en dobles del Mundial Open de San José (Costa Rica) al imponerse a las mexicanas Monserrat Mejía y Alexandra Herrera, en agosto pasado?

Hay que recordar que a más de anunciar el apoyo para las dos raquetbolistas cochabambinas de talla mundial, las autoridades locales incluso les ofrecieron que sean las coadministradoras del complejo de ráquetbol. Hasta ahora ni eso existe.

Es una pena que Centellas tenga que gastar dinero, cuando bien podría utilizar las canchas de Sarco para seguir entrenando.

Las autoridades están en la obligación de apoyar a los deportistas, no de poner obstáculos como lo están haciendo hasta ahora.

Es hora de que las canchas de Sarco sean de una vez abiertas, para que niños, adolescentes y jóvenes las usen.

Suponemos que el municipio no invirtió millones de bolivianos para que el polifuncional esté cerrado y se deteriore paulatinamente.

Es tiempo de trabajar, no de seguir sacando rédito político a costa del deporte y de los deportistas. No estamos en tiempos de campañas electorales.

Basta de que los atletas cochabambinos gasten sus propios recursos. Son nuestros representantes y como tales deben tener el apoyo necesario para entrenar y competir en eventos nacionales e internacionales.

Para nadie es desconocido que la mayoría de los atletas cochabambinos son financiados por sus padres, quienes deben realizar grandes esfuerzos no solo para comprar la indumentaria, sino también para cubrir los costos de los entrenadores, fisioterapeutas, nutricionistas y, ahora, el alquiler de canchas deportivas.

Así también, algunos deben extender la mano para que las empresas les financien y aminoren los gastos de sus padres.

Centellas es una adolescente que ha salido adelante gracias al incondicional respaldo de sus padres, quienes no escatiman recursos para que su hija pueda realizar su sueño: convertirse en la mejor raquetbolista del mundo.

Pese a que no tiene apoyo de las autoridades, la raquetbolista ha asegurado a OPINIÓN que continuará con sus entrenamientos y competencias tanto nacionales como internacionales.

“Me encantaría continuar a un nivel más profesional y seguir con estas metas. Cada vez se complican más los gastos y ello pone en peligro la carrera. Quiero evitarlo. Espero que las empresas, la Gobernación y la Alcaldía se den cuenta de que en el raquet hay futuro. Espero que no se me dé la posibilidad de dejar este deporte, que es tan bello”, dijo la campeona mundial en una entrevista que concedió a este medio de comunicación.

Centellas y todos los deportistas cochabambinos necesitan apoyo, no simples promesas que, al final, ni siquiera son cumplidas por las autoridades.