Opinión Bolivia

  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
  • Actualizado 00:00

Apoyar lo nuestro para generar empleos

Desafío. El reto es potenciar la industria nacional en todos sus rubros, para vender más en el mercado local y también con el horizonte puesto en la exportación.<BR>
Apoyar lo nuestro para generar empleos
“No hay mal que por bien no venga”, reza un popular refrán, y en Cochabamba se adecúa bien al caso de las Mochilas chinas, que sigue dejando una estela de corrupción a su paso. El saldo, el alcalde José María Leyes con detención domiciliaria y dos empresarios tras las rejas, además de otras personas procesadas.

El escándalo que se destapó a partir de la compra de más de 91.000 mochilas chinas para un número igual de estudiantes de Cochabamba, con aparente sobreprecio y otras irregularidades denunciadas, permitió reflexionar sobre la necesidad de apoyar la industria nacional, no solo con palabras sino con hechos, antes que privilegiar lo que se trae del exterior.

Sin ánimo de caer en un chauvinismo recalcitrante, los bolivianos debemos apuntalar la industria nacional para fortalecer la marca “Hecho en Bolivia”, iniciativa que fue lanzada en agosto de 2001 y que nos permite valorar lo que producimos en casa.

A raíz de este escándalo que, como decíamos al principio sigue levantando mucha polvareda, la actual secretaria de Desarrollo Social de la Alcaldía de Cochabamba, Jenny Rivero, anunció que las mochilas y los materiales escolares que se entregarán a los estudiantes en 2019 serán adquiridos de los industriales del departamento.

Este anuncio fue recibido con beneplácito por los pequeños y medianos emprendedores, quienes mediante sus representantes aseguraron que pueden ofrecer un producto de calidad y en los tiempos que se establezcan.

Con esa determinación de la Alcaldía de Cochabamba se da un paso inicial en la consolidación de nuestra industria. Lo siguiente, no menos importante, será velar para que el proceso de licitación y adjudicación de las 90.000 mochilas sea transparente y sin sobreprecios, como debe ser.

Rivero anunció que en las 90.000 mochilas y su material escolar correspondiente se prevé invertir 12.5 millones de bolivianos, presupuesto similar al desembolsado para 2018.

La autoridad se comprometió a que el proceso será transparente y el pliego de especificaciones permitirá que los pequeños y medianos empresarios se asocien y puedan participar con éxito en la licitación que se prevé lanzar en noviembre próximo.

Apoyar a la industria local, como sucede en otros lugares del mundo, debería ser una norma que rija en el país, con el fin de incentivar al empresario que arriesga su capital en la creación de fuentes de empleo.

Adquirir lo “Hecho en Bolivia”, además de potenciar el desarrollo de la industria nacional, insistimos, es un factor determinante para la creación de fuentes de empleo.

Si bien en los 17 años que está vigente la marca “Hecho en Bolivia” se han logrado avances, hay todavía mucho trabajo por hacer, especialmente concienciar a la población para que aprenda a valorar nuestros productos, hechos por bolivianos.

En muchos casos, se compra mercancía del exterior solo por su procedencia, ya que tenemos aún la idea de que todo lo que llega de afuera es mejor, cuando no necesariamente es así.

Pero tampoco podemos descartar los bienes que son de calidad, o que no producimos, y llegan del extranjero.

El apoyo que se brinde a la industria nacional tiene que ser un reto para los empresarios locales, quienes deben esforzarse para mejorar la calidad de sus productos, llegando a igualar, y si es posible superar, a los que nos llegan de otros países.

Porque de nada serviría que se apoye a la industria nacional, si la calidad de sus artículos es mala y los emprendedores no invierten para crecer.

No se podría pedir a la gente adquirir un producto nacional por el solo hecho de serlo, si es que sus características no satisfacen al cliente.

El reto es potenciar la industria nacional en todos sus rubros, para vender más en el mercado local y también con el horizonte puesto en la exportación, pero no solo materias primas, sino, principalmente, productos procesados.