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  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 10:28

Riesgos en servicios de belleza

Riesgos en servicios de belleza
De un tiempo a esta parte, los negocios de belleza, principalmente de manicura y pedicura, han proliferado en la ciudad. Incluso, hay puestos improvisados en las calles, donde jóvenes ofrecen realizar el trabajo.

La labor que realizan es interesante, porque permite a muchas mujeres arreglarse las uñas para lucirlas hermosas en esta primavera.

El costo del servicio es bajo y fluctúa entre los 10 y 20 bolivianos, todo depende de que si es completa (pintura, limado y la extracción de las cutículas) o solo el pintado y diseño.

Los atractivos precios hacen que muchas damas soliciten el servicio, que, por cierto, no lleva mucho tiempo.

Sin embargo, llama la atención las condiciones higiénicas en las que se presta el trabajo de belleza.

En un recorrido realizado en el centro de la ciudad, este medio observó que en varios negocios no se realiza la limpieza correspondiente de los instrumentos que se utilizan para retirar las cutículas de las uñas.

Lamentablemente, muchas no cuenta con los esterilizadores o un frasco de alcohol que esté a la mano para desinfectar los instrumentos usados.

A todo esto se suma que las toallas sobre las que los clientes apoyan sus manos, por ejemplo para la manicura, no lucen limpias. Hay algunas que están percudidas e incluso sucias por el constante uso.

Asimismo, se advierte el manejo de limas desechables que son reutilizadas sin el mayor reparo, cuando lo aconsejable es que cada una de ellas sea para un cliente.

A pesar de esas deficiencias higiénicas que se observan a primera vista, a muchas mujeres parece no interesarles y demandan el trabajo.

Lo que tal vez no saben es que por las condiciones en que se presta el servicio, este puede ser altamente peligroso para su salud.

La desinfección de los instrumentos que son de metal es imprescindible. Sin embargo, al no limpiarlos puede existir la posibilidad de contraer hepatitis, hongos y otras enfermedades mucho más peligrosas.

El quitacutícula, al ser un objeto filudo, accidentalmente puede ocasionar una o varias heridas en las uñas de las personas.

En el caso de los servicios de pedicura, la situación es mucho peor, debido a que tampoco se advierte la desinfección de los recipientes que utilizan para que los usuarios pongan sus pies para que remojen y facilite el retiro de las cutículas. Este hecho puede provocar varias enfermedades, que a la larga podrían complicarse.

¿Quién controla estos servicios de belleza que han proliferado en Cochabamba? Aparentemente nadie, pese a que está en juego la salud de muchas personas que demandan hacerse pedicura o manicura.

Urge que las autoridades no solo se fijen si las que ofrecen este trabajo pagan o no la patente del puesto donde se han instalado o si tienen la autorización correspondiente para el funcionamiento del negocio, sino de que fiscalicen las condiciones higiénicas.

Se trata de un tema de salud que debe preocupar a todos. Por un lado, las mujeres que acuden a esos lugares deberían exigir las condiciones mínimas de higiene, no solo ver el precio. Como dice el dicho, lo barato puede costar caro.

Por otro lado, los encargados de velar por la salud de los cochabambinos están obligados a realizar controles periódicos a estos negocios, que día a día se expanden, principalmente en los alrededores de los mercados de la ciudad.

Esta situación no puede pasar por alto, porque existen graves riesgos a los que las personas se exponen. Lo mismo debe suceder con las peluquerías y salones de belleza, a las que también hay que realizar rigurosos controles de higiene.