Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 21:48

Metanoia

Esta semana se llevó a cabo el 1er Congreso Nacional de Liderazgo en Coaching, organizado por Unifranz en Cochabamba, con la presencia de destacados expositores nacionales e internacionales. En primera instancia, cuando uno escucha el término “liderazgo”, piensa en rostros públicos, autoridades de turno. Incluso, en más de una conversación, cuando se habla de coyuntura política (o el tema que sea) se acusa recibo de “esa falta de líderes” que puedan renovar y encauzar nuestros derroteros.

No es hasta que, tras intensas jornadas de reflexión con estos grandes profesionales del tema (incluyendo una fascinante sesión de Lego Seriuos Play), me quedó clara la idea que el liderazgo es transversal y aplica para todos y en todo. Un padre lidera a su familia como un gerente una empresa, como un docente a su aula, como una pareja su proyecto de vida, como un estudiante su futuro, como un emprendedor sus sueños.

Estamos viviendo en una vorágine de contenidos hiperconectados que no nos están dejando respirar como sociedad, entre la denuncia y la indignación queda poco margen para la acción. Los tres espacios fundamentales de transformación: el hogar, el aula y el trabajo están sufriendo esta crisis interior ocasionada por la urgencia, la inmediatez, por el volumen de las demandas, por la incomprensión y la falta de empatía. Estamos sordos del alma. Estamos escuchando para responder, no para entender.

El pensamiento mágico nos ha enseñado a esperar un príncipe azul que nos salve como país, como ciudad y que, venga como un hada para cambiar todo con su varita. Deja de soñar y despierta. Tu trabajo, tus estudios o tu familia no mejoran milagrosamente si tú no haces nada al respecto. Da el primer paso. Toma un curso de liderazgo, una sesión de coaching. Sé el cambio que quieres ver en el mundo, en los demás.

Tres grupos de personas tienen a su cargo dicha transformación esperada: padres, profesores y jefes laborales. Cada uno de ellos lidera un barco que debe llegar al otro lado, pasando por tormentas y alta mar. Si estás en uno de estos grupos, asume desde ahora ese rol activo como líder. Sino, aprender cómo hacerlo porque eventualmente estarás en él. Verás que un líder se mide por su capacidad de transformar problemas en oportunidades, que un líder no produce seguidores, sino más líderes, y que eventualmente, un buen líder se hace progresivamente innecesario.

Esta semana, fui a una reunión para organizar un taller. El encargado no me pidió mi currículum vitae (CV) ni mis antecedentes. Me hizo una sola pregunta para saber quién era yo. Me dijo: ¿cómo te ves en cinco años? Te hago la misma pregunta.