Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 18 de abril de 2024
  • Actualizado 22:47

DOS PROPUESTAS DESTACABAN EN LA CIUDAD PARA PRESERVAR PELÍCULAS PRODUCIDAS EN CINTAS ANÁLOGAS. NO OBSTANTE, ANTE LA FALTA DE CONTINUIDAD DE PARTE DE LAS INSTITUCIONES PÚBLICAS, FUERON DESCARTADAS.

Llegada del cine digital pone en peligro pérdida de memoria fílmica

Llegada del cine digital pone en peligro pérdida de memoria fílmica


La destrucción de cintas de cine análogas en las puertas del cine Center, realizada desde el pasado martes 11, abrió el debate sobre la preservación y resguardo de la memoria fílmica. Con la digitalización del séptimo arte, los filmes producidos con celuloide y triacetato no encuentran proyectoras que puedan exhibirlos.

En Cochabamba, dos proyectos buscaban recuperar este patrimonio: el Museo de Cine propuesto por el cineasta Tonchy Antezana y el Proyecto para la Recuperación de la Memoria Audiovisual. Sin embargo, sus impulsores, Antezana y Sergio Estrada respectivamente, señalan que los proyectos fueron abandonados por la “desidia” de las instituciones públicas.

En cuanto a la destrucción de cintas en el cine Center, Carla Delgadillo, gerente Regional de Cochabamba, señaló que la acción la realizó la distribuidora a través del personal del cine. “Es una baja contable. Como cualquier otro activo fijo que entra en desuso, debe ser destruido”.

Delgadillo informó que, cuando el Center abrió sus puertas en 2005, aún se contaba con las proyectoras de 35 milímetros, propias para las cintas. Por tema de transporte, la distribuidora permitía que el cine se quede con el material. No obstante, con la llegada de las proyectoras digitales a la ciudad, en 2014 aproximadamente, se ordenó su destrucción.

“La cabeza de la distribuidora ordenó ladestrucción por la acumulación de las cintas. El contrato estipulaba que debían ser destruidas, no se podía botarlas o entregarlas a otras instituciones”.

Señaló también que, en las reuniones gerenciales, se tuvo la idea de mantener dos salas para las cintas y proyectoras antiguas. Sin embargo, las películas ya no se producen en ese formato.

Tonchy Antezana, director de películas como “Cementerio de elefantes” (2009) y “Boquerón” (2016), propuso la idea de crear un museo de cine en un espacio de 1.500 metros cuadrados que ofrece el excolegio Mejillones. El espacio estaría compuesto por una sala de cine para 60 personas; un museo que contendría afiches, fotos, proyectoras, etcétera; una biblioteca de cine; una sala de grabación de imagen y sonido; y un segundo piso dedicado a talleres de danza, canto y artes escénicas en general. En febrero de este año ya se contaba con los planos y presupuestos.

La Secretaría de Cultura de la Alcaldía de Cochabamba anunció públicamente el proyecto con una inversión de 4 millones de bolivianos. Se esperaba que este listo para septiembre u octubre. Sin embargo, a siete meses de la reunión de Antezana con funcionarios públicos, no se tienen avances, tampoco hubo contacto con el cineasta.

“La última reunión fue como hace dos meses, antes de que pasarán los problemas con el exalcalde. No pasó nada. Veré de llevar el proyecto a La Paz u Oruro, porque el material lo iba a donar yo”, afirmó Antezana.

Otra iniciativa para preservar la memoria fílmica fue la impulsada por el cineasta y presidente de La Red (organización que aglutina a personas afines al cine), Sergio Estrada, en el I Encuentro de Documentalistas de Bolivia, donde se diagnosticó la necesidad de contar con un espacio que resguarde la memoria audiovisual.

El Proyecto para la Recuperación de la Memoria Audiovisual contaba con tres ejes: instituir la Cinemateca Departamental (un proyecto de ley dictamina su creación), crear el archivo documental boliviano y fundar una escuela de cine documental. Estrada afirmó que se intentó llevar el proyecto por varias vías, sin embargo por la “falta de interés de las instituciones” se descartó.

“El problema de la pérdida de la memoria audiovisual es un tema pendiente para toda Latinoamérica. Todo el cine del siglo XX fue producido en cintas, por lo que está en peligro. La ausencia de archivo es un problema principalmente para los documentalistas e investigadores de cine. No solo se requiere digitalizar las cintas, sino catalogarlas y fomentar proyectos para fortalecer la historia fílmica”.

OPINIÓN intentó sin éxito contactarse con Roxana Nery, secretaria de Cultura; Uvaldo Romero, director de Culturas y Turismo de la Gobernación; y Gloria Santiesteban, coordinadora de Casonas y Museos sin éxito.