Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 00:01

SERENDIPIA

Justicia de jueces

Justicia de jueces
En mi mundo casi ideal, como en una película de esas que hacen llorar a mi suegra, al descubrir que es inocente lo liberan y meten preso al juez, y a todos los que provocaron una injusta condena. Finalmente, la buena señora suele respirar tranquila y puedo ver en sus ojos algo de tranquilidad.

Tranquilidad que no puedo sentir ante la indignante realidad de un caso que nos sorprende. Un médico condenado injustamente por un sistema acostumbrado a la impunidad y que, encima, se farrea y lo confiesa.

Craig Richard Coley fue arrestado en 1978 y sentenciado a cadena perpetua sin libertad condicional en 1980, acusado por el asesinato de su exnovia y el hijo de esta. En 2017 tuvieron que dejarlo en libertad luego de descubrir que era inocente.

Edward Carter estuvo 35 años en prisión por una violación que no cometió, fue liberado y recibió una fortuna de indemnización. En 1944 se condenó a un adolescente de 14 años a la pena de muerte, el jurado tardó 10 minutos en emitir su veredicto, el juicio en su contra duró solamente tres horas y no se presentaron ni testigos ni evidencias que pudieran exonerarlo. Después de 70 años, la justicia lo declaró inocente.

Puedo seguir revisando la Internet o recurrir a los clásicos como Los Miserables de Victor Hugo y encontraré muchos casos, lo que hace suponer que muchos otros quedaron atrapados en la mentira o en las circunstanciales pruebas, aquí y en todos los países.

El comportamiento del sistema judicial en el mundo está relacionado y se refleja en el papel de las autoridades que lo dirigen. Muchas veces, jueces y fiscales, presionados por la población, por los medios de información y hasta por gobiernos sancionan a un supuesto culpable sin la suficiencia de pruebas o hechos que respalden sus abusos. Luego, al ser descubierto el error, el procedimiento normativo sanciona al fiscal o juez a través de una multa pecuniaria o, en su caso, la suspensión por un periodo dado, que en la mayoría de los casos ni siquiera se acerca a la décima parte de la condena sufrida por la persona erróneamente condenada. Esta justicia arrebata prácticamente la vida de inocentes con la impunidad de sus operadores.

Ojalá, esta fuera una película. Que lo liberen, que la juez vaya presa y que los fiscales sean destituidos. Pero, sobre todo, que nunca se apruebe la pena de muerte y todos entendemos por qué.