Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 19:57

DIDASCALIA

Ponernos en su lugar

Ponernos en su lugar
¿Le ha pasado que alguna vez se vio sin un centavo y con muchas obligaciones por cumplir cuando el mes no terminaba de empezar? Tengo una querida amiga que concluyó sus estudios universitarios siendo madre de tres niños y con todo el peso de su familia sobre las espaldas, tenía que ir y volver a la “U” a pie, pues el pesito que costaba el pasaje debía destinarse al pan de sus hijos. Hoy en día es una exitosa profesional que goza de los beneficios de su educación y del cariño de sus hijos, también profesionales. Puede ser que hayamos pasado por momentos de pobreza circunstancial, que gracias al apoyo de la familia o al trabajo se superaron con cierta prontitud.

Sin embargo, hay gente que no puede salir de la pobreza. Ellos no son pobres circunstanciales, son víctimas de la pobreza estructural. En una charla TED (video en youtube), Mayra Arena, una joven argentina de 26 años, se pregunta quiénes son los pobres y refuta aquellas argumentaciones por las que se les echa la culpa de su pobreza.

La joven comenta, por ejemplo, que los pobres no cuentan con servicios básicos, que ella misma de niña no tenía baño en su casa, ni nadie en su barrio lo tenía. ¿Cuántas familias en nuestras ciudades aún no cuentan con servicios básicos que hagan más digna su vida?

Afirma que el pobre es ignorante, porque aunque puede acceder a la educación, muchas veces no va a la escuela. En nuestro contexto, muchos niños no van a la escuela porque sus papás no tienen para sus pasajes, o llegaron borrachos la noche anterior y no despertaron en la mañana, o los propios niños tienen que cuidar a sus hermanitos menores.

Los pobres son violentos porque asumiendo esa actitud piensan que no serán agredidos y no recibirán comentarios negativos y críticas sobre qué ropa usan, a qué huelen o qué palabras dicen. Los pobres quieren aparentar no ser pobres, por eso cuando son capaces de comprarse alguna prenda de vestir quieren que se note para que la gente piense que no son tan pobres. No están acostumbrados a trabajar de manera sistemática. El pobre tiene trabajos esporádicos, por eso no es disciplinado en lo que hace, de ahí que se entienda que algunas personas que necesitan el empleo, lleguen tarde o no vayan los lunes a su fuente de trabajo. Los pobres tienen muchos hijos, porque es lo único que pueden tener y los hijos son el motivo más fuerte para levantarse cada mañana y seguir luchando.

Mayra Arena se alegra por los avances que los argentinos han hecho en el reconocimiento de los derechos de distintos sectores de la sociedad. Menciona que hoy en día la gente se escandaliza cuando se vulneran los derechos de los homosexuales o de las mujeres, sin embargo, se cuestiona por qué nos hemos acostumbrado tanto a pasar cerca de los pobres sin escandalizarnos. De hecho, en nuestras ciudades los indigentes son parte del paisaje, para nosotros es normal ver gente pidiendo limosna en las calles, o durmiendo a la intemperie. Es tiempo de reaccionar y reconocer que en cada persona está presente la inmensa riqueza de la humanidad.

Hay muchas cosas por hacer para salir de la pobreza, quizá la primera sea ponernos en el lugar de quienes la padecen, para entender lo crudo de su realidad diaria, reconocerlos como personas y luchar con ellos para superar las injusticias estructurales que los mantienen en el margen de la sociedad.