Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 13:16

DE FRENTE

Altruismo y generosidad

Altruismo y generosidad
Los peligros que acechan contra la democracia, los derechos humanos y, en general la seguridad de las/os bolivianos, son tan grandes que posiblemente no seamos conscientes de sus dimensiones. Más de 12 años de gobierno continuo de un partido, que desde que puso los pies en el poder estatal se dedicó a tirar por la borda todo lo poco que se había logrado en institucionalidad y normatividad; años que coincidieron con la gran bonanza económica, que pudo tener mejor destino, pero sirvió para satisfacer las expectativas de muchos pseudorevolucionarios dispuestos a cobrarse lo que consideraban les debía el pueblo boliviano, así como para que se exprese con total soltura el síndrome de Peter Pan de nuestro presidente con sus antojos caros, como aviones, helicópteros, coches de lujo, obras monumentales sin sentido ni utilidad, que los cumple sin preocuparse por rendir cuentas a nadie ni hacer una evaluación de la utilidad social de sus adquisiciones.

Pero, lo peor de todo, es cómo se ha destruido las bases de la convivencia social sujeta a mínimos valores éticos; se contaminó de corrupción a las organizaciones sindicales, sociales y políticas, tanto que son raras las que no se hallen corroídas con una efectividad que ni las dictaduras más crueles de este país lograron. A las balas y la tortura se las reemplazó con dineros de las arcas nacionales y otras fuentes. Las instituciones militares, policiales y la justicia se hallan infestadas, son pocos sus miembros que se resisten, aunque cada vez menos.

Esta realidad exige una respuesta que evite derramamiento de sangre, exacerbación del resentimiento, el odio o el deseo de volcar la tortilla. Es un momento en el que todos los actores institucionales sociales y políticos muestren su verdadero talante de demócratas. Legítimamente y con merecimientos cada quien tiene aspiraciones para ser candidato/a a presidente o vicepresidente o miembros del Órgano Legislativo; pero, no todos pueden entrar en las listas y lo que se quiere en este momento es la unidad entre quienes exigen el respeto de los resultados del 21 F, organizaciones políticas personalidad y otros, sin exclusiones prejuiciosas, etiquetamientos ni adjetivaciones. Son necesarios desprendimiento y generosidad a raudales, la experiencia de los/as viejos y la energía transformadora de las/os jóvenes. Cualquier grupo que tome distancia de la iniciativa de un frente de unidad no hará otra cosa que mostrar su rostro de beneficiario del actual estado de cosas. Sin soberbia y mucha humildad, reconstruyamos la democracia en nuestro país.