Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 11:55

CINE /// AL NO CONTAR MÁS CON PROYECTORAS ANÁLOGAS, LOS FILMES SON OBSOLETOS.

Destrucción de cintas de cine genera molestia

Destrucción de cintas de cine genera molestia



Desde el martes pasado, funcionarios del cine Center se deshacen de cientos de metros de cintas cinematográficas antiguas en las afueras del recinto. Este hecho ha provocado molestia en algunas personas allegadas al séptimo arte, que se han pronunciado públicamente en las redes sociales contra la empresa. No obstante, las acciones no dependerían directamente de la compañía.

El cine digital ha remplazado al analogo, desde su producción hasta su exhibición, pasando por su distribución. No existen salas comerciales de cine locales con proyectores para reproducir cintas de celuloide o triacetato (componentes químicos). En la actualidad, existen proyectores cinematográficos digitales que emiten una imagen generada por medios digitalizados, sin hacer uso de una película, pero sí del haz de luz y de los lentes.

Por lo tanto, las cintas que están siendo destruidas son obsoletas para los cines comerciales. Sin embargo, por suantigüedad y por las imágenes que contienen podrían adquirir un gran valor histórico (representan un periodo de transición);además pueden ser transformadas al digital.

Pablo Bustamante, docente, cineasta y organizador del Festival Internacional de Cine en Cochabamba, señaló en un post de Facebook: “Este accionar no es más que una pequeña muestra de la actitud con la que obran las mega salas. Poco o nada les interesa el cine como medio de expresión y espacio de producción simbólica. No interesa la fotografía, el sonido, ni la dirección, solamente el rédito económico que vaya a quedar después del espectáculo. Pensar en la preservación y la memoria es pérdida de tiempo. Es más, mientras más rápido se pueda olvidar lo pasado, eres más útil para seguir consumiendo ‘lo nuevo”.

Otros comentarios en las redes pedían al cine que las cintas sean utilizadas para instituciones o universidades para que preserven el material. No obstante, personal de la empresa señaló que no pueden entregar los filmes al público porque eso podría desencandenar la reproducción ilegal o piratería, generando demandas de las grandes productoras.

Un ex-administrativo del cine Center, que trabajo para la empresa durante cuatro años, apuntó que las pelícuas no le pertenecen a los cines, sino a las distribuidoras. “Las distribuidoras alquilan las películas a las distintas salas por un numero determinado de proyecciónes. Las ganancias en boletos se dividen en 60 por ciento para las distribuidoras y 40 por ciento para los cines (en el caso de las películas nacionales,es 50 por ciento ). Una vez terminado el número de reproducciones acordados se devolvían las cintas análogas a la distribuidora o se ordenaba que las destruyeran. De este modo. la disposición tal vez venga de las distribuidoras, mismas que también temen el material volátil”.

Hace cuatro meses,una empresa norteamericana sustituyó a una nacional en el manejo del cine Center.

Actualmente, los proyectores digitales son computadoras SMS (Screen Management System).Las distribuidoras mandan memorias o discos duros denominados DCP (Digital Cinema Package), que son los spots, trailers o las películas mismas. El número de proyecciones es programado de manera digital. Cuando se sobrepasa la cantidad se restringe la reproducción.