El informe preliminar de la auditoría médica, después de la operación del niño Sebastián Justiniano, de 3 años, al que le extrajeron sus riñones (uno por error) revela que hay indicios de responsabilidad del médico por “inobservancia a protocolos de seguridad para una cirugía”, informó ayer el secretario de Salud y Políticas Sociales de la Gobernación de Santa Cruz, Óscar Urenda, según ANF.

El tema motivó que en Cochabamba se desarrolle un Consejo Médico Nacional. El presidente del Colegio Médico de Bolivia, Erwin Viruez, manifestó que Roger M., quien estuvo a cargo de la cirugía de Sebastián, el 5 de septiembre, realizó la intervención en un acto de “solidaridad” y “beneficencia”, debido a que el Instituto Oncológico de Santa Cruz no cuenta con un cirujano pediatra, desde hace 14 años. “(Roger M.) realizaba esta labor (cirugías) en el marco de la solidaridad, lo hacía en sus tiempos libres. Él cerro su consultorio privado para dedicarse a esto”.

Asimismo, solicitó que las instancias pertinentes sigan un proceso respetando las garantías constitucionales del profesional que está aprehendido por el presunto caso de negligencia médica, y que una auditoría médica y peritos forenses señalen el grado de responsabilidad.

CASO Urenda, desde Santa Cruz, indicó que, tras la revisión de la historia clínica, se identificó que, inicialmente, Sebastián fue transferido del hospital Japonés al Oncológico por un tumor en el estómago, pero luego regresó al primer centro de salud. El 19 de julio retornó a Santa Cruz desde San José de Chiquitos, con un diagnóstico de tumor de riñón con metástasis en el pulmón. El menor presentó una infección respiratoria aguda, el 4 de septiembre. Un día después, entró a quirófano. Antes de la intervención, el médico debía llenar un formulario con las observaciones prequirúrgicas. “Es la responsabilidad del manejo del protocolo de la cirugía segura. Si se hubieran llenado todos los ítems correspondientes, no hubiera habido lugar a error. Para eso es el formulario”.

Entre las principales observaciones está la falta del expediente de la placa radiológica de la tomografía que es usada como referencia en el quirófano, y no se contaba con el material imagenológico. Además, el médico cirujano no realizó un diagnóstico previo ni participó de las evaluaciones al menor antes de la operación, según ANF.

El 5 de septiembre, al niño le extirparon por “error” el riñón sano. El equipo médico se dio cuenta de lo sucedido e ingresó nuevamente al menor a otra cirugía para quitarle el órgano enfermo.

La Junta Médica Nacional definió ayer que Sebastián iniciará el tratamiento de quimioterapia la siguiente semana, informó el responsable del Programa de Salud Renal del Ministerio de Salud, Adolfo Zárate.

Hemodiálisis

Sebastián recibió ayer su quinta hemodiálisis y muestra progreso favorable. Por semana hará 4 a 5 sesiones con dieta.