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El VIH y el objetivo de Onusida

Meta. La tarea de acabar con la epidemia del sida está principalmente en manos de las autoridades, que deben trazarse metas inmediatas y a mediano plazo para cumplir los objetivos de Onusida.<BR>
El VIH y el objetivo de Onusida
El mundo puede acabar con la epidemia del sida hasta el año 2030, afirmó en diciembre de 2016 el director ejecutivo de la Agencia de las Naciones Unidas contra el sida (Onusida), Michel Sidibé, “porque los diferentes países se están sumando a los objetivos de acción acelerada. Muchas naciones están en vías de eliminar casi por completo la transmisión materno infantil del VIH (Virus de Inmunodeficiencia humana).

Sin embargo, parece que este objetivo esta lejos de suceder en el país, toda vez que las políticas de salud no se aplican con la rigurosidad necesaria.

Esa fue una de las principales conclusiones del Primer Conversatorio con Personas Involucradas en la respuesta al VIH en Bolivia, que se realizó el 29 de agosto pasado.

Los participantes del conversatorio, representantes de organizaciones nacionales e internacionales, coincidieron en que en el país no hay la voluntad política para asignar recursos económicos adecuados para la prevención del VIH, y la atención a las personas con esta enfermedad es deficiente.

Una de las noticias más recurrentes que se difunde por la prensa es el incremento de nuevos casos de VIH.

Las autoridades de salud, cada vez que organizan conferencias de prensa, informan en qué porcentajes se han incrementado los nuevos casos de VIH o dan a conocer la falta de medicamentos antirretrovirales para tratar a los pacientes, hechos que son destacados por los medios de comunicación.

Solo como ejemplo, el 1 de febrero pasado, el Servicio Departamental de Salud de Cochabamba reportó que en enero de este año se registraron 20 nuevos casos de portadores de VIH, un 70 por ciento en personas de entre 15 y 37 años.

Los pacientes que sufren esta enfermedad, y sus familiares, exigen que las instancias gubernamentales les aseguren la dotación de medicamentos para su tratamiento, toda vez que el costo de los mismos es elevado y la mayoría no puede darse el lujo de comprarlos.

Los que asistieron al conversatorio demandaron que los servicios de salud sean accesibles a la población más vulnerable y a las personas con VIH.

Luchar contra esta epidemia, hasta que se logre el objetivo de Onusida, de controlar la enfermedad, debería ser una preocupación de todos. El personal de salud puede contribuir con sus conocimientos y el resto de la población tendrá que evitar las conductas de riesgo en forma responsable para, de esa manera, empezar a disminuir los nuevos casos.

La epidemia del VIH debe ser una preocupación de todos los habitantes y estar anotada en la agenda como tema prioritario porque, lamentablemente, nadie está totalmente a salvo de contraer la enfermedad. Hay casos de personas que no están en los grupos de riesgo, pero que han contraído el mal.

Empero, la tarea de acabar con la epidemia del sida está principalmente en manos de las autoridades, quienes deben trazarse metas inmediatas y a mediano plazo para cumplir los objetivos de Onusida.

El riesgo de la transmisión del VIH se incrementa en fiestas como el Carnaval, cuando las personas bajan la guardia y dejan de lado los cuidados en caso de mantener relaciones sexuales.

En Carnaval, según el Programa VIH/sida del Servicio Departamental de Salud de Cochabamba, se distribuyen 200.000 condones con el fin de evitar la propagación del VIH.

Además de esta forma de prevención, las autoridades recomiendan a las personas ir a los centros de salud para hacerse la prueba rápida, incluso si consideran que no son parte de los grupos vulnerables, pero han tenido alguna conducta riesgosa.

Si se detecta en forma oportuna un caso de VIH, el personal de salud podrá tratarlo con mayor probabilidad de éxito. Caso contrario, si la persona desconoce que tiene la enfermedad, el virus destruirá su organismo y sus defensas.