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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Errores imperdonables

Errores imperdonables
Insólito e inadmisible es lo que sucedió el miércoles pasado en un hospital de Santa Cruz. Un médico extirpó el riñón derecho sano de un niño de apenas tres años, cuando debía retirar  el izquierdo que tenía un tumor. Tras confirmar el grave error que había cometido el galeno, el pequeño fue nuevamente sometido a una segunda cirugía para extraerle, esta vez, el órgano que tenía la tumoración. Hoy, Sebastián está sin los dos riñones y conectado a una máquina, que le permite seguir viviendo

Lo ocurrido es muy grave. Aunque las autoridades cruceñas aseguraron que correrán con los gastos para una nueva cirugía y la búsqueda de un donante compatible, el caso no debe quedar impune.  El médico que cometió tal atrocidad debe ser sancionado con la máxima pena, pero además está obligado a resarcir el daño que le ha causado al pequeño paciente

El Ministerio Público anunció que investigará no solo al galeno, sino también a quienes participaron en la cirugía. Esperemos que esa investigación sea inmediata para aplicar la pena que corresponda

Nada justifica lo que hizo el médico y su equipo. Suponemos que los galenos, antes de realizar una cirugía, revisan bien el expediente del paciente e identifican el órgano que van a extirpar

Como no podía ser de otra manera,  muchas personas cuestionaron la profesionalidad del médico, quien, sin embargo, es un especialista en oncología que trabaja en la Caja Nacional de Salud y ha colaborado de manera voluntaria y solidaria en varias cirugías, según el secretario de Salud de la Gobernación de Santa Cruz, Óscar Urenda

El error que cometió el médico con el menor es imperdonable. Ahora resta esperar un tiempo para realizarle el trasplante y, por supuesto, encontrar al donante que tenga un riñón compatible con el niño

En otros países del mundo, se registraron similares casos con pacientes que tenían problemas con su riñón, pero que después de un largo sufrimiento lograron recuperarse, aunque aún tienen secuelas

En enero de 2012, en el hospital público CTP Andrea Lesini de Roma, un equipo de cirujanos extrajo de forma equivocada el riñón sano de una anciana de 84 años. Lo curioso del caso es  que los galenos no se dieron cuenta  del  error hasta cinco días después de la operación, según reporta el portal digital El Confidencial

“La extracción del riñón equivocado podría ser consecuencia de un tipo de procedimientos denominados chek list, en los que los propios pacientes ofrecen información sobre su estado e indican a los médicos qué órgano es el que debe ser operado. Después, las indicaciones del enfermo deberán encontrar la confirmación en la documentación sanitaria y en las pruebas realizadas, sobre todo cuando se trata de órganos pares”, comentó Mauro Arcangeli, profesor de Medicina legal en la Universidad de Trieste, Italia

Otro caso parecido se registró en 2014, en Santa Marta, Colombia, donde a una mujer de 60 le extirparon el riñón izquierdo, cuando el que debía ser retirado era el derecho. La mujer hoy sufre de varias dolencias y aún aguarda el resarcimiento de los daños

Ese mismo año, pero en Texas, Estados Unidos, Glenn Hermes, natural de Arlington, aseguró en la publicación Fort Worth Star Telegram que, tras serle detectado un cáncer, sufrió un diagnóstico erróneo y perdió parte del riñón que tenía sano, limitando considerablemente su función renal

Hermes, de 55 años, presentó una demanda judicial por malas prácticas contra el urólogo y el radiólogo que lo atendieron, según el portal iprofesional.com

Casos como esos jamás deberían existir, porque se supone que los médicos deben cumplir un protocolo a la hora de  realizar una operación. En ese marco, urge que los galenos tomen todos los recaudos para evitar imperdonables errores.