Escribir una columna de opinión es un desafío porque para concatenar palabras con sentido confluyen muchas cosas.

Lo primero es elegir un tema. Lo segundo es que el mismo responda al objetivo inicial de la columna. Entre paréntesis, me he prohibido a mí mismo usar este espacio como el de una columna política, los que me leen, se darán cuenta que no cumplo siempre con ello. Escribir sobre ciudadanía, en un contexto donde los valores y el ejercicio ciudadano no están al orden del día, lo hace un reto más desafiante.

Y encima el tema de la columna debe ser original, sensible a lo que le transcurre en el mundo y el país. No debe ser repetitivo, por tanto, para ello, debes darte la tarea de leer diariamente o al menos cuando te resulta posible, a los profesionales que escriben en la región y en el mundo. Para solo citar a los maestros del periódico español El País: Verdú, Millas, Pérez Reverte en su momento.

En mi entorno cercano tengo a especialistas de la comunicación y las letras y ellas exigen que las columnas sean divertidas, frescas y ligeras. Cuando me editan, descartan mis mamotretos llenos de terminologías técnicas. Les gustan que sean reflexivas sin ser ombliguistas; también quieren que sean críticas, comprometidas y sociales sin caer en mis frecuentes panegíricos ideologizantes.

Elegir el periódico que te cobije es otra tarea clave. ¿Qué día te asignarán la publicación? No olvidar que el lunes la gente busca noticias deportivas y los viernes noticias livianas y recreativas. Después elegir si el periódico tiene mucha carga a favor o en contra del circunstancial en el poder o si solo es “vendecositas”. Al final, lo definitivo es el respeto que puedan guardar con lo que escribes, otorgándote la libertad de expresarte sin censuras.

Y para colmo, hay que preocuparse de que lo lean a uno. Inmediatamente surge la pregunta de ¿quién será el público que estará leyéndote?¿Las redes sociales serán un buen indicador? Probablemente sí, pero cuánta gente lee lo que escribes y no le ponen el codiciado “like” o “comparte” tu publicación. A veces escriben para hacer llegar sus opiniones y otras veces en algún encuentro los amigos refieren haber leído algo que escribiste. Al final, en relación a los lectores me inclino a la calidad, si uno me lee y le sirve, basta. Otro tema para una siguiente, es por qué publican los periódicos columnas.