Según la religión católica, los padrinos son personas a las que los padres de una niña/o eligen por sus cualidades éticas y morales para que les colabore en la crianza y educación de los mismos a partir del ejemplo. Pero este rol ha cambiado tanto, que hoy para muchos, las cualidades de los elegidos son lo de menos, lo que importa es que tengan dinero y sean generosos a tiempo de gastar, no importa en qué ni el origen de esos dineros con tal que se manifiesten con alguna “cosita”, así sea una baratija. Por su parte, los candidatos a padrinos abundan, especialmente en épocas de campaña electoral. El cálculo que realizan es tan certero que saben a quién ofrecer sus servicios de padrino.

En días pasados, en Chuquisaca ha ocurrido una tragedia que ha consternado a toda la población. Una joven madre de tres niños falleció a consecuencia de las complicaciones del parto múltiple (cuatrillizos), problemas que no pudieron ser resueltos en los dos hospitales a los que acudió inicialmente, porque carecen de equipamiento. Así, los esfuerzos realizados con posterioridad ya fueron inútiles y la mujer murió dejando en la orfandad a los siete niños.

Lo que se espera ante situaciones tan dolorosas como la señalada es que las autoridades asuman al menos algo de su responsabilidad por el abandono al que tienen condenada a la salud en Bolivia. Sin embargo, el primer anuncio de una funcionaria pública fue que el presidente Evo Morales apadrinaría a los cuatrillizos.

La mujer murió, como mueren muchas mujeres por causas relacionadas con el embarazo y el parto y cuya cifra exacta no es posible conocer por la manipulación de datos en la que es experto el Gobierno. Los cuatro recién nacidos hoy reciben “generosas donaciones” del jefe de Estado, aunque no sabemos si es con su dinero o con dinero del Estado del que dispone como bien le viene en gana, total, no tiene que rendir cuentas a nadie. Con esas acciones, pretende mostrarse como un hombre sensible y dadivoso en beneficio de su campaña que lleva adelante desde hace más de 11 años. El Presidente está convencido de la rentabilidad política de mostrarse bondadoso con quienes han sufrido una desgracia, antes que esforzarse en desarrollar un Sistema de Salud que atienda las necesidades de la población y encare con seriedad los riesgos que son fácilmente prevenibles, ya que el descuido supone muerte, dolor, orfandad y mayor pobreza. Mientras las cámaras estén atentas, el padrino hará donativos a los cuatro pequeños, pero, cuando la presencia de esos huérfanos deje de ser beneficiosa para sus propósitos prorroguistas, ¿se acordará de ellos?