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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Deportes y religiones

Contrato. La Alcaldía debe intervenir y revertir esta disposición que, según se dijo, comenzará desde el 1 de septiembre. <BR>Asimismo, ningún contrato debe estar ligado a una determinada religión.<BR>
Deportes y religiones
Los centros deportivos, incluidas las piscinas, por lo general deben estar abiertos para que las personas practiquen una disciplina. En Cochabamba o en cualquier parte del mundo, las personas tienden a acudir con mayor frecuencia los fines de semana, debido al escaso tiempo que tienen por las diferentes actividades que realizan de lunes a viernes.

Sorprende saber que desde septiembre, vale decir desde mañana, la tradicional piscina Julio León Prado dejará de prestar sus servicios los fines de semana a quienes gustan de la natación.

En los 28 años de funcionamiento que lleva la piscina, que está ubicada en la Costanera, ninguna administración anterior a la actual ha tomado dicha determinación.

Según el jefe de la Unidad de Promoción Deportiva del Gobierno Autónomo Municipal de Cochabamba, Dussan Balderrama, la suspensión de los servicios de la piscina Julio León Prado solo sería por mantenimiento.

Sin embargo, usuarios y padres de niños que acuden los fines de semana a este recinto deportivo indican que todo obedecería a que parte de los administradores serían adventistas y, de acuerdo con su religión, no pueden trabajar el sábado.

“La Iglesia Adventista del Séptimo Día reconoce al sábado como señal distintiva de lealtad a Dios, cuya observancia es pertinente a todos los seres humanos en todas las épocas y lugares. Cuando Dios ‘descansó’ en el séptimo día de la semana de la creación, también ‘santificó’ y ‘bendijo’ este día, separándolo para un uso sagrado y transformándolo en un canal de bendiciones para la humanidad. Aceptando la invitación para dejar a un lado sus ‘propios intereses’ durante el sábado”, señala el portal digital adventistas.org, referido a la observancia del sábado.

Si bien es cierto que las religiones deben ser respetadas y suponemos que los administradores no pueden ir contra sus creencias, quienes no son adventistas tampoco pueden ser perjudicados y también tienen derechos. El deporte es una cosa y la religión es otra.

En ese sentido, quienes administran la Julio León Prado debieron pensar antes el choque que podría existir entre su trabajo y la necesidad de las personas que, por tradición y tiempo, prefieren hacer natación el fin de semana.

Sorprende que un funcionario de la Alcaldía indique que la piscina recibirá mantenimiento los fines de semana, cuando se sabe muy bien que muchas personas utilizan sus días de descanso para asistir a un centro deportivo.

Es aceptable que una vez al mes se suspenda el servicio para dicha tarea, pero no así todos los fines de semana.

La Alcaldía de Cochabamba debe intervenir y revertir esta disposición que, según se dijo, comenzará desde el 1 de septiembre.

Ningún contrato debe estar ligado a una determinada religión, porque, en el caso de un escenario deportivo, todos tienen derecho a usarlo.

El representante del Defensor del Pueblo, Nelson Cox, lamentó la decisión de la actual administración y la permisividad de la Alcaldía. En ese sentido, anunció que hará una representación para que se revise, ya que considera atentatorio contra los deportistas y los derechos de quienes buscan usar la piscina y que solo pueden asistir los fines de semana.

Asimismo, los afectados están en su justo derecho a reclamar, por tanto, las autoridades del gobierno municipal deben escuchar la demanda.

Ojalá este pedido sea atendido prontamente, antes de que la administración ponga en vigencia la suspensión del servicio los días sábado y domingo.

Los campos deportivos, así estén en manos privadas, no pueden ser restringidos a la población, salvo algunas situaciones necesarias, pero no así religiosas como aparentemente ocurre con la piscina Julio León Prado.

Están a tiempo de evitar perjuicios y vulnerar derechos de quienes quieren hacer deporte, en este caso nadar.