La inauguración de un nuevo teatro en la ciudad, de propiedad de la Cámara de Comercio, permitirá a los artistas contar con un espacio importante para sus presentaciones, especialmente si se toma en cuenta que los escenarios apropiados para este tipo de actividades culturales son insuficientes en el departamento y, en general, en el país.

El Teatro Achá, el escenario más grande y con mayor tradición en Cochabamba, con capacidad para cobijar a 430 personas, está todo el año ocupado, por lo que muchos artistas deben buscar otras alternativas para sus presentaciones o, en casos, extremos, postergar sus actuaciones.

La demanda por Achá es tan alta que, según un Informe Especial que publicó este diario en diciembre de 2012, varios artistas dieron cuenta de que debieron dormir en las puertas de la Casa de la Cultura para presentar una solicitud y buscar un espacio en ese escenario.

El compositor de un grupo folclórico afirmó que por falta de teatros no pueden realizar sus presentaciones y, por ende, la gente no ve su trabajo.

Por este motivo, el recientemente inaugurado teatro Wálter Antezana, con capacidad para 198 personas, es un nuevo espacio “ante la abarrotada agenda del Achá y del Adela Zamudio, según afirmó el presidente de la Cámara de Comercio, Amilkar Rocha.

Por su diseño acústico, este teatro es adecuado para conciertos de música, sin embargo, está abierto a cualquier tipo de artes.

El teatro municipal Adela Zamudio es también una alternativa para los artistas locales, sin embargo, tiene una capacidad máxima para 350 espectadores, por lo que en más de una oportunidad la gente se quedó afuera, sin poder apreciar una obra.

Las agrupaciones deben recurrir, entonces, a teatros privados que hay en la ciudad. No obstante, los artistas que no encuentran espacio en el Achá o en el Adela Zamudio, aseguran que los espacios privados cobran alquileres elevados, entre 2.500 y 3.500 bolivianos.

Si se trata del Achá o del Adela Zamudio, el artista deja el 10 por ciento por cada entrada, que es más económico que los otros escenarios. Por eso es importante que las autoridades piensen en la construcción de otro teatro municipal, con mayor capacidad, más aún ahora que las diferentes actividades culturales están en la agenda de la población.

Soñando un poco, seguramente a los cochabambinos nos gustaría tener un escenario como el Tetro Colón de Buenos Aires, Argentina, que por cierto este año cumplió 110 años.

Este imponente teatro, emplazado en pleno centro de Buenos Aires, tiene una capacidad total de 2.478 localidades, pero también pueden presenciar los espectáculos alrededor de 500 personas de pie.

En el caso de Cochabamba, el teatro Wálter Antezana, que fue concebido para presentaciones de orquestas de cámara, será, reiteramos, una buena opción para seguir difundiendo la cultura en todas sus expresiones.

La Cámara de Comercio adelantó que el objetivo de esta institución no es lucrar con este teatro, sino apoyar a la cultura.

Si bien esta iniciativa privada es importante para la cultura, no debemos perder de vista que se necesita mucho más, un escenario más grande y con las características adecuadas de acústica y luz, entre otras condiciones.

Cochabamba ha dejado de ser una población pequeña. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, el departamento tiene una población que bordea los dos millones de habitantes y, por lo tanto, requiere no de uno, sino de dos teatros que tengan una capacidad para 1.000 personas. Los artistas mencionan que en otros países hay hasta 20 escenarios en un ciudad, mientras que en la Llajta tenemos solo dos municipales, que no abastece a todas las agrupaciones. Es hora de invertir y trabajar en la cultura.