Desde la Dirección Departamental de Educación se confirmó que se procesará disciplinariamente a la directora y a la profesora de Educación Física de la unidad educativa Mineros San Juan (el turno de la tarde lleva ese nombre), donde un estudiante de siete años perdió la vida ahogado, tras caer a un pozo séptico.

Según administrativos del colegio, la ampliación del pozo se ejecutó hace cuatro años, y la tapa de concreto se rompió al momento de la entrega. La misma empresa había dejado una tapa de madera en su lugar. Para ellos, la responsabilidad es de la Alcaldía, que ni siquiera dota de aulas a los niños, y ellos deben pasar clases en un sector llamado “el gallinero”, que los mismos padres construyeron.

La secretaria de Desarrollo Humano de la Alcaldía, Jenny Rivero, dijo que no tienen ni una sola solicitud de reposición de la tapa del pozo. “Hallamos la tapa deteriorada, y ya se colocó una metálica con candado”, sostuvo. Para la Dirección Departamental de Eduación, las responsables son la directora, que debe garantizar la seguridad de los pequeños, y la profesora de Educación Física, porque la tragedia ocurrió durante su clase y ella ni se percató, pese a ser responsable de todos los niños.