Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 23:05

Los reconocimientos no son suficientes

Autoridades. ¿Dónde estaban antes nuestras autoridades que ahora las felicitan y les hacen un acto de reconocimiento? ¿Sabían que las dos jóvenes deportistas participarían de un mundial?<BR>
Los reconocimientos no son suficientes
“Felicitamos a nuestras campeonas mundiales en Ráquetbol. ¡Somos potencia mundial!”. “¡Bolivia campeón mundial de Ráquetbol!”. “Son ellas las que nos inspiran a las autoridades”. “Felicidades a nuestras campeonas mundiales de raquet femenino, nos sentimos muy felices porque Yazmine y Valeria nos han hecho entender que en la vida todo es posible”. Esas y muchas otras frases más expresaron autoridades nacionales y municipales tras conocer que las cochabambinas Yazmine Sabja y Valeria Centellas se coronaron campeonas en dobles del Mundial Open de San José (Costa Rica) luego de que derrotaron a las mexicanas Monserrat Mejía y Alexandra Herrera, por 8-15, 15-14 y 11-2, el pasado sábado.

Sin embargo, ¿por qué las autoridades no se manifestaron antes de que las dos destacadas deportistas viajaran a la competencia mundial? ¿Sabían si tenían recursos para prepararse o contaban con la indumentaria para representar al país?

Lamentablemente, parece que desconocían esos y otros aspectos que Sabja y Centellas requerían para ir hasta el país centroamericano y competir con deportistas de talla mundial, quienes sí cuentan con el respaldo de sus autoridades.

Nuestras representantes, como reveló Sabja el pasado sábado al programa de radio de este medio de comunicación Contacto OPINIÓN, lo hicieron con sus propios recursos, vale decir con el apoyo de sus padres. Ellos pagaron el boleto de avión, cubrieron los costos de su indumentaria, de su preparación física y alimentaria, entre otros.

En el caso de Sabja, también tuvo el apoyo pleno de la empresa de su esposo American Iris Paper Company, pero de nadie más. ¿Dónde estaban antes nuestras autoridades que ahora solo las felicitan y les hacen un acto de reconocimiento? ¿Sabían que las dos jóvenes participarían de un mundial?

Al parecer recién se enteraron y salieron casi de inmediato a felicitarlas, cuando ambas necesitan apoyo económico para representar a Bolivia.

Esta no es la primera vez que las autoridades dejan a su suerte a los deportistas y aparecen solo cuando traen grandes títulos.

Los deportistas necesitan constante respaldo para seguir preparándose y competir en torneos internacionales como el que se realizó en San José de Costa Rica.

Para competir requieren de grandes sumas, no de meros reconocimientos y halagos.

Existen otros deportistas que no participan de torneos internacionales porque sencillamente carecen de recursos económicos. Afortunadamente en el caso de Sabja y Centellas, sus padres y el esposo de la primera pudieron cubrir los gastos que demandaba su participación en Costa Rica.

Ahora esperemos que se haga realidad el anuncio que hizo ayer la Alcaldía de Cochabamba para que las dos campeonas mundiales ayuden a la institución municipal en la coadministración del complejo de raquet y squash, que está ubicado en la Melchor Pérez, al norte de la ciudad.

De alguna manera, ello retribuirá el logro alcanzado de estas dos destacadas deportistas cochabambinas.

Por otro lado, destacamos que la Alcaldía esté elaborando un proyecto de política municipal del deporte que, según adelantaron, tiene tres pilares que tienen que ver con la administración de la infraestructura construida para los últimos Juegos Suramericanos que se realizaron en junio pasado en Cochabamba, la creación de una estructura que permita la formación continua de niños y jóvenes en diferentes disciplinas deportivas y el apoyo financiero y logístico a los atletas de elite.

Ojalá otras instituciones departamentales y nacionales también elaboren un plan para apoyar la formación y fortalecimiento de los deportistas. Bolivia tiene grandes talentos, que en reiteradas oportunidades han dejado en alto el nombre del país, pero gracias a su sacrificio y recursos económicos propios.