El problema de alcoholismo que tenía Ramiro Fuentes no estaba relacionado con su homosexualidad, pero el apoyo que recibió de su familia y amigos que se dieron cuenta de que era gay le ayudó a dejar las bebidas.

El tarijeño tiene 59 años y, en un par de meses, tendrá 60. “Ya soy un adulto mayor”.

Su historia tiene pocos matices que él identifique como discriminación.

“Solo recuerdo que cuando era niño se burlaban de mí y me ponían apodos de mujer”.

En su adolescencia, se dio cuenta de su identidad sexual. “Miraba más a los muchachos que a las chicas. Era una atracción diferente y especial”.

Pero, fue a sus 25 años que confirmó su homosexualidad. “Me puse a pensar qué podría ser de mi vida (...). Como hombre, pensaba casarme con una mujer, tener hijos y demás. Pero, el matrimonio heterosexual no era para mí”.

Entonces, tenía problemas con el alcohol y su entorno relacionó el problema con su orientación sexual.

“Mis hermanas me dijeron que no había problema, que me aceptaban como era, y otras personas también. Creían que eso estaba relacionado con mi homosexualismo. No era así. Pero, me dieron confianza y dejé el alcohol”.

Fuentes trabaja desde hace 30 años en una librería. Terminó sus estudios de Comunicación Social y, en la actualidad, también se dedica al periodismo popular en una radio de Tarija.

Participa activamente en los grupos TLGB desde hace 10 años, su tesis está enfocada en la implementación de un hogar de día para personas adultas mayores y, además, trabaja voluntariamente con personas alcohólicas.