Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
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MIS CIRCUNSTANCIAS

Menjunje o ensalada del deporte

Menjunje o ensalada del deporte
Ya son cuatro meses desde que asumió funciones el nuevo ejecutivo de la Federación Boliviana de Fútbol y todavía no cambió ni mejoró nada; solo sirvió para que César Salinas con algunos amigos se otorguen el gusto de viajar al Mundial de Rusia.

Hasta ahora y como siempre, creen que manejar dicho ente es programar partiditos o campeonatitos intrascendentes.

Ni siquiera completaron el directorio, de acuerdo a los nuevos estatutos, porque los clubes profesionales, hundidos en la chacota, imprevisión e incertidumbre, no logran ponerse de acuerdo para nominar sus representantes en los sillones privilegiados y ansiados por todos ellos.

Tanta es la confusión y desazón dirigencial que Real Pari, con su inefable técnico Roberto Mosquera, el mismo que hizo cambios fuera del reglamento, cuando dirigía Wilstermann, lidera el torneo junto a The Strongest con 5 victorias consecutivas.

Wilstermann, actual campeón profesional, intenta despegar después de su eliminación en la Copa Sudamericana, con un técnico que parece haber perdido el ímpetu de la temporada exitosa, como si le hubieran negado un aumento económico a su contrato.

Parece no saber lo que quiere, porque exige no modificar fechas del torneo y al final se cambian con su anuencia, aunque sea por pocas horas. Hoy jugará contra San José, el sábado a solo 48 horas con Real Potosí y el miércoles 15, que debió ser el 16, recibirá a Guabirá, en una serie de partidos en Sacaba que provoca un quebranto económico, ojalá no deportivo.

Los celestes de Aurora esperan solo un milagro, cuando eso rara vez existe en fútbol, con el reemplazo del técnico, obligado a resultados, para mantener a un inestable directorio que parece avizorar el horrible fantasma del descenso.

Para matizar, se vuelve a hablar de discriminación entre futbolistas profesionales, irónicamente entre personas del mismo color de piel, cuando sabemos que dentro de la cancha todo se dicen entre ellos, a vista y paciencia de los árbitros, que son parte del folclore.

Hago votos porque el fallecimiento de Carlos Chávez Landívar, en circunstancias muy dolorosas, haga reflexionar a dirigentes de clubes y asociaciones, para enmendar errores y trabajar realmente en un proyecto para el fútbol, que se supone les agrada y les estimula el ego.