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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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CIUDAD SUSTENTABLE

Albarrancho y aguas residuales domésticas

Albarrancho y aguas residuales domésticas
Históricamente la zona de Albarrancho fue considerada como agrícola, pero ligada a la existencia de las aguas residuales domésticas por la presencia de la planta de tratamiento de aguas desde el año 1986. Antes de ese año, las aguas residuales se descargaban directamente al río Rocha.

En una primera década, la planta de tratamiento fue una novedad técnica, incluso fue considerada como planta piloto a nivel nacional. Por eso, algunas ciudades copiaron su diseño y tecnología de descontaminación del agua residual doméstica.

Sin embargo, al pasar el tiempo, esta planta fue colapsando por su tiempo de vida útil y también por su uso no tan efectivo, pues se empezó a recibir agua residual mezclado con aguas residuales industriales pensando que el tipo de lagunas (facultativas y de maduración) podían permitir la degradación de algunos metales presentes en las mismas. Llega el tiempo actual y la necesidad de tratamiento de las aguas residuales domésticas de la ciudad obligaron a tomar una decisión (tal vez no la más apropiada), la ampliación de la planta de tratamiento, añadiendo un módulo de lagunas primarias y secundarias para permitir una descontaminación de un mayor volumen de agua residual. Este es el inicio del conflicto actual que se mantiene en la zona por la ampliación de la planta, pues lo más fácil es ampliar la planta y continuar con el problema de contaminación en la zona, incrementando la emisión de gas metano y gas sulfhídrico que son los que se tragan los pobladores del lugar a diario.

Los especialistas en este tipo de plantas dirán, se puede combinar con reactores anaerobios y otros componentes terciarios para mejorar la calidad del efluente, incluso de permitir su reuso en la actividad agrícola de la zona sin ningún riesgo de contaminación a los suelos y los bovinos que producen leche en los alrededores. A esto los pobladores responden y cuestionan ¿hasta cuándo seremos el basurero de la ciudad? En tanto, las instituciones como Semapa, Emagua (MMAyA) y el Gobierno Autónomo de Cochabamba quieren imponer a la población una alternativa elegida técnicamente. Esta sucesión de hechos trae a colación el verdadero problema originado por una falta de coordinación interinstitucional que permita una fluida información en el momento preciso para gestionar un problema ambiental, resultado de la expansión urbana que viene aconteciendo en nuestro medio.

Las incongruencias partidarias y la miopía institucional de las instancias públicas son las primeras causas de los conflictos ambientales (...)