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  • Diario Digital | martes, 19 de marzo de 2024
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CONSTRUIR COMUNIDAD

La Virgen María peregrina junto a los jóvenes

La Virgen María peregrina junto a los jóvenes
El pasado viernes 27 de julio esperamos, con gran entusiasmo, la visita de la Virgen María de Urcupiña a nuestras instalaciones de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”, que fue recibida con alegría, fe y esperanza por parte de las autoridades de la Universidad, estudiantes, administrativos, escolares y profesores de las unidades educativas Pedro Poveda y Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús y vecinos de la zona. El papa Francisco nos hace referencia que “nuestro camino de fe está unido, de manera indisoluble, a María desde el momento en que Jesús, muriendo en la cruz, nos la dio como madre”.

De la misma manera, este año las autoridades eclesiales eligieron como lema “Los jóvenes con María llevamos la alegría del Evangelio”. Lema que recuerda que María, todavía en la flor de su juventud, responde con un sí, demostrando valentía, entrega y amor a la invitación del ángel Gabriel, el de acoger en su vientre al Salvador y en el silencio y en la escucha llevar la buena nueva a quien lo necesita, y a quien lo recibe en su corazón haciéndolo parte de su vida.

Es así que, a partir del lema, la comunidad universitaria y las comunidades educativas, principalmente los jóvenes, prepararon con devoción momentos de oración, rezo del rosario, reflexiones, testimonios, cantos, danza y teatro demostrando su amor y agradecimiento ante los favores que reciben por intercesión de la Virgen María. Nuestra madre, a través de su visita a la universidad, también visita los corazones y nos acompaña en el caminar, insertos en nuestra realidad. Ella se queda con nosotros como permaneció a los pies de la cruz (Jn. 19, 25) y ahora está aquí, siendo nuestra Madre de la Esperanza, enseñándonos a llevar con alegría el Evangelio, confiando en el misterio de Dios.

María, la madre de Jesucristo nos acompaña a los creyentes en el viaje de la vida con su ejemplo, con su entrega, con su servicio, con la obediencia y, sobre todo, con su amor infinito a Dios a través de la oración. Ahora nos invita a “escuchar la voz de Dios que infunde valor y da la gracia necesaria para responder a su llamada” (Papa Francisco), nos invita a decir sí a la voluntad de Dios, sí a la oración, sí al servicio, sí a la misericordia, sí al amor a los más necesitados, sí a una vida diferente, sí a una vida de fe.

La joven María, por medio del sí a la voluntad de Dios nos enseñó a vivir en una actitud de escucha, decisión y acción, no quedarnos paralizados frente a los problemas y las dificultades, más al contrario estas actitudes nos permiten ser parte de una renovación de la historia, de la sociedad, a una nueva construcción de nuestra realidad.

Es necesario que, a partir de la visita de la Virgen María a la universidad y a nuestros corazones, los jóvenes salgamos con alegría al encuentro del otro, impulsados por el Espíritu Santo, sin detenernos ante los obstáculos, confiando en la divina misericordia; así como María cuando visita a su prima Isabel al enterarse que está embarazada. Porque cuando Dios toca el corazón de un joven o de una joven, como tocó el corazón de María, se vuelven capaces de grandes obras (Cf. Papa Francisco). María nos demuestra que nuestra vida puede convertirse en un instrumento de paz, de amor y de esperanza.