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  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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En busca de la desnutrición cero

Objetivo. La prioridad del Gobierno debería ser impulsar programas para disminuir, en primer término, los elevados índices de desnutrición, para que en algún momento se pueda pensar en declarar desnutrición cero.<BR>
En busca de la desnutrición cero
En septiembre de 2017, una adolescente de 14 años fue internada en un hospital de El Alto. Lo llamativo y preocupante de este caso era que la paciente tenía un peso de apenas siete kilos y un cuadro severo de desnutrición.

Cada vez que se conoce un caso como el que acabamos de recordar, se encienden las alarmas en la sociedad. La población se solidariza, las autoridades se preocupan, ofrecen ayuda para la familia afectada, casa incluida, pero eso no resuelve el problema de fondo de cientos de niñas y niños que se encuentran en la misma o peor situación.

Si bien se han logrado avances importantes en la última década, en el objetivo de bajar los índices de desnutrición infantil, los resultados son aún insuficientes, toda vez que cada noche miles de niños se acuestan sin comer.

Un informe del año 2015 de las Naciones Unidas, difundido por la Agencia de Noticias Fides en septiembre de 2017, daba cuenta de que Bolivia se situaba en el penúltimo lugar en desnutrición infantil en América Latina y el Caribe, solo por delante de Guatemala.

Según ese informe, en el país el 27.2 por ciento de los niños menores de cinco años, es decir uno de cada cuatro, sufría de malnutrición.

Por las cifras expuestas, la prioridad del Gobierno boliviano, y de todos los de la región, especialmente de las naciones en vías de desarrollo, debería ser impulsar programas para disminuir, en primer término los elevados índices de desnutrición, para que en algún momento se pueda pensar en declarar desnutrición cero.

Esta tarea es, no cabe duda, muy complicada de lograr, pero no imposible. Si el país destina en forma sostenida los recursos que recibe por concepto de la exportación de hidrocarburos, es posible conseguir los objetivos que se plantee este y otros gobiernos.

Los programas de promoción de la lactancia materna y la entrega de los paquetes alimenticios a las madres embarazadas y a sus hijos al nacer son buenas medidas que buscan que esos objetivos se cumplan a mediano plazo.

En marzo de 2018, el Ministerio de Salud informó que implementó tres estrategias para reducir la desnutrición crónica en menores de dos años: fomentar la lactancia materna desde el nacimiento hasta los seis meses en forma exclusiva, y de forma prolongada hasta los dos años, la acreditación de Hospitales Amigos de la Madre y Niñez y la capacitación de personal para esa labor.

Estos programas, al parecer están dando sus primeros frutos. Según la encuesta "Demografía y Salud (EDSA) 2016", la desnutrición crónica se redujo del 25.1 por ciento al 15.2 por ciento en todo el país.

Pero este programa debe ser sostenido en el tiempo y acompañar a los niños durante toda su infancia, es decir, no descuidar a este sector vulnerable de la población después de los cinco años.

Un niño con buena nutrición en sus primeros años podrá rendir de mejor manera en su etapa escolar, y también una vez que sea profesional en el área que decida especializarse.

En los últimos años, los elevados índices de pobreza y desnutrición que se tenían, por citar dos ejemplos, están siendo superados, según los informes que presentan el Gobierno y Naciones Unidas, sin embargo, con resultados aún preliminares.

Por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció en noviembre de 2015 el trabajo realizado por Bolivia para reducir la desnutrición infantil en el país, "donde en los últimos ocho años se ha pasado de una tasa del 23.2 por ciento a un 12 por ciento ".

El responsable de la OMS, Fernando Leanes, afirmó que expertos que estudiaron el caso boliviano consideran que para el año 2025 se podría alcanzar la "desnutrición cero".

De lograrse este objetivo, sería un hito importante en la historia del país, es decir, niños bien alimentados y que se vayan a dormir sin hambre.