La céntrica parroquia de la Compañía de Jesús fue el escenario principal para la presentación de un concierto benéfico, pro Hogar de Niños Sagrado Corazón y pro comedor popular de la Iglesia, desarrollado el viernes 20 de julio, donde el cochabambino José Coca Loza fue protagonista principal de destacada actuación como director de orquesta.

El coro de niños Cantores del Valle, del Instituto Laredo, y las voces de personalidades muy reconocidas en el medio, dieron el realce a obras de los clásicos de la música barroca.

José Coca Loza, de 24 años, cuya trayectoria está rodeada de esfuerzo y responsabilidad, regresa por un corto tiempo a la Llajta para mostar lo valioso y destacado de su música.

P. ¿Cómo se inicia en el medio artístico?

R. Comencé a estudiar música en el Instituto Eduardo Laredo aproximadamente a mis 12 años. Me inicié con el piano y coro con maestros fantásticos, como Judith Carmona y Charito Sanabria. Después gané una beca en un instituto que tenía convenio con Cuba, el Mozart, donde tomé cursos de piano con Ana María Canedo y Ana María del Carpio.

Mi vocación la descubrí aquí en la parroquia donde mi mamá trabaja y desde niño siempre me gustó cantar en los coros y en las misas. Ya cuando me fui a Estados Unidos me interesé en el piano y en el canto, las dos cosas paralelas, más o menos por el 2010.

P. ¿Cuáles fueron los convenios para su partida?

R. Me fui a Arizona, todo fue una gran colaboración de muchas personas, sobre todo de la familia Hius. Los directores del colegio donde yo trabajaba fueron los que me incentivaban, me animaban, incluso ellos me acompañaron hasta Arizona para que yo pueda conocer a los maestros, dado que el señor Richard Hius, que es el director del colegio, era docente en la universidad donde estudié.

P. ¿Cómo incursionó en esta clase de música?

R. Me siento muy afortunado, sobre todo por el apoyo de mi familia, y siempre estaré agradecido con mi maestra Katia Escalera, una soprano muy reconocida en Bolivia. Es una lucha constante y de perseverancia esto de la música. Es muy duro. Al principio estuve en Estados Unidos dos años y por algunos cambios en ese país, por cuestiones económicas, tuve que cambiar de conservatorio, y recibí una invitación de Piotr Nawrot para hacer una gira con un cuarteto boliviano y otro francés, y seguir en Dijon donde continué y terminé mis estudios en 2015.

P. Cuéntenos algo de su vida familiar.

R. Desde un inicio, el apoyo de mi mamá es invalorable y constante. En mi familia ninguno es músico. El ser descubierto por Judith Carmona y Dante Maradiegue, que te lleven a una escuela y que mi mamá diga: “Sí, te vas a una escuela de música”, para mí es una cosa del destino. Y más si después te lleven a los Estados Unidos y estés apoyado por grandes maestros, sobre todo por Elizabeth Schwimmer, fallecida hace poco, hacen algo muy emblemático para mi persona. Lo que se ve en este concierto es lo que ella ha empezado.

P. ¿Cuáles serían las diferencias marcadas en su campo respecto a los países que visitó y Bolivia?

R. Obviamente la formación profesional, en Bolivia todavía no la tenemos, por ejemplo a un nivel de conservatorio, y lo principal el acceso a instrumentos que dejen desarrollarte a un nivel más alto, tenemos buenos pianistas, pero aquí no poseemos una fábrica de pianos, de ahí también que me nace que traiga instrumentos, el último un corneto de madera y anteriormente un clavecín, un laud barroco que tienen su origen en diversos países europeos.

P. Y de lo barroco ¿qué puede manifestarnos?

R. En este campo, la música es un museo vivo, escuchar los instrumentos fabricados con el mismo modelo de 1400 y volverlos a tocar en 2018 para mí es un milagro, y claro debemos informarnos de su origen y sus virtudes, y esto también requiere estudio.

P. ¿Es usted el más joven en la música lírica?

R. No soy la persona más joven, pero tuve la oportunidad de entrar a trabajar en un teatro después de estudiar allá por el 2015 en Basilea (Suiza), donde estuve aproximadamente dos años y medio con una agenda terrible, donde habían más jóvenes que yo.

En la ópera hay diferentes tipos de categorías, de casas de ópera. Comencé en la casa B, donde adquirí experiencia muy valiosa para mí, con tres presentaciones a la semana.

En 2017 fui invitado a cantar con Cecilia Bartoli, en Munich, Alemania, una artista de la talla de Pavarotti o de Plácido Domingo. Todo fue impresionante, primera vez que pude verla y cantar junto a ella en un teatro donde la gente reclamaba entradas ya agotadas.

Ofrecían mucho dinero por una localidad. Ya se pueden imaginar el éxito alcanzado.

Objetivo

Coca busca continuar con esta labor benefactora en pro del hogar de niños Sagrado Corazón y su comedor popular.

A los jóvenes

El artista se dirige a los jóvenes y los anima a seguir con pasión y luchar contra viento y marea para alcanzar sus sueños.