39 días después de la conclusión de los Juegos Suramericanos Cochabamba 2018 y tras seis fechas de iniciada la Liga Boliviana de Básquetbol (Libobasquet), el coliseo Gróver Suárez de la Costanera continúa cerrado y con trabajos de mantenimiento, impidiendo a La Salle Olympic jugar sus partidos del certamen de la canasta en ese recinto.

Sobre el tema, el secretario general del club lasallista, Ricardo Lizarazu, manifestó ayer que el “perjuicio para la institución es muy grande”, debido a que la escuadra valluna jugará varios partidos de la segunda rueda del torneo en calidad de visitante.

“200 bolivianos de superávit fue la recaudación que tuvimos el fin de semana en el coliseo polideportivo Evo Morales de Quillacollo, y eso no alcanza para nada. Jugar nuestros partidos en Quillacollo nos ha generado un terrible perjuicio porque ha disminuido considerablemente la cantidad de aficionados a raíz de la distancia, lo cual repercute directamente en la recaudación. Esperamos que el coliseo esté listo para nuestro partido de mañana (hoy) ante Carl A-Z o a más tardar para el cotejo del sábado ante Peñarol de Quillacollo”, explicó.

Hoy, La Salle Olympic debe jugar su partido reprogramado de la primera fecha ante Carl A-Z de Oruro, a las 20:00. La principal incógnita para el club cochabambino pasa por el escenario donde tendrá lugar el importante cotejo en el que necesita ganar para escalar posiciones en el grupo A de la competencia nacional.

Actualmente, la escuadra ocupa el antepenúltimo lugar de la zona, luego de dos triunfos y tres caídas.

Lizarazu asevera que esta situación influye directamente en el apoyo que el club recibe de su hinchada y que tiene una repercusión negativa en las recaudaciones, lo cual provoca múltiples dificultades económicas para el club.

“En esta primera rueda, hemos sido visitantes prácticamente todo el tiempo. Las autoridades nos dicen que el escenario se habilitaría recién para el 18 de agosto. Es demasiado tiempo. No podemos seguir esperando. Es un aspecto fundamental para nuestro equipo el apoyo de nuestra gente, y en Cochabamba tenemos muchos seguidores que no pueden ir hasta Quillacollo porque los partidos terminan a las 22:00 o 22:30, y el regreso es complicado”, señaló.

El dirigente indicó que el escenario “no puede seguir cerrado”, al recordar que los Juegos terminaron el pasado 8 de junio.

Por otro lado, el director del Servicio Departamental de Deporte (Sedede), Javier Villalobos, informó que el problema principal, como ocurre con otros escenarios deportivos de la Llajta, es que la empresa que realiza los trabajos aún no entregó el coliseo Gróver Suárez de manera definitiva.

“Codesur (Comité Organizador de los Juegos Suramericanos Cochabamba 2018) no nos ha entregado el coliseo Gróver Suárez. Ya son varias veces que la empresa asegura que acabará las refacciones finales en dos días o tres, la siguiente semana. Están pintando y cepillando la cancha”, dijo.

Villalobos alega que la conclusión de estos trabajos “menores” corre por “entera responsabilidad” de la empresa y Codesur.

El director aseguró que el Sedede tiene “toda la predisposición” de entregar el coliseo que hasta el año pasado era una sede fija para los partidos de la Libobasquet en Cochabamba, pero hay situaciones que se encuentran “fuera” de su alcance.

“17 días después de que venció el convenio de Codesur, se sigue trabajando en los escenarios deportivos de Cochabamba”.

El coliseo está cerrado al público y para la prensa. La entrega definitiva tendría lugar dentro de prácticamente un mes.

Mientras tanto, La Salle Olympic jugará el resto de sus cotejos de local, por la primera fase del campeonato, en Quillacollo.

Postergación

La entrega del coliseo Gróver Suárez se viene posponiendo por semanas de parte de Codesur y la empresa, informó el director del Sedede, Villalobos.