A las 10:30 de la mañana del día miércoles, Edmundo Paz Soldán (Cochabamba, 1967) llegó a la Sala de Cursillos del Centro Cultural Simón I. Patiño, vestido de manera casual, caminó entre la gente sin un gesto de incomodidad en su semblante. “Démosle una cálida bienvenida, es la primera vez en mucho tiempo que Edmundo visita Cochabamba”, dijo la facilitadora del conversatorio. Ante un salón repleto, uno de los escritores más destacados de la literatura boliviana se mostraba dispuesto a responder todas las preguntas que sus devotos lectores estaban ansiosos por formular. Después de las formalidades, Paz Soldán dejó claro que esta actividad estaba exclusivamente orientada hacia el público.

Las preguntas fueron variadas y constantes, el escritor boliviano respondió a todas y cada una de ellas con detalle y buen ánimo. El carácter de las interrogantes fue variado, sin embargo, el nexo fue el proceso de elaboración de la prosa del escritor.

Primero, resaltó la importancia de la literatura norteamericana en cuanto a lo que significan sus cambios de paradigma para la producción en América Latina, y específicamente Bolivia. Paz Soldán afirma que escritores como William Faulkner o Ernest Hemingway no pueden ser disociados en su importancia para los movimientos literarios de América Latina en la segunda mitad del siglo XX.

Antes de terminar el conversatorio, dos cuestiones marcaron declaraciones profundamente sugerentes del escritor cochabambino: en qué género literario se definiría y cómo considera el estado actual de la literatura boliviana. En primer lugar, el escritor dijo que si se tenía que definir de alguna forma, sería como un “bazar chino”. Que siempre intenta encontrar formas de cuestionar las cosas que funcionan en sus escritos y como innovar sus creaciones a través de estas. Para la segunda cuestión, solo tuvo la siguiente declaración: “Cuando pase un tiempo, nos vamos a dar cuenta lo verdaderamente valiosa que esta generación de escritores jóvenes es en realidad”.

McOndo

Es el nombre de la generación de escritores latinoaméricanos que tuvo en Paz Soldán uno de sus máximos exponentes.