Patricia, un ama de casa de Villa México, asegura que las pruebas de absorción atómica que incriminan a Brian R., el payaso imputado por el feminicidio de Alexandra Rodríguez, “están equivocadas” porque a ella le consta que el joven no salió y no pudo cometer el crimen.

La animadora de fiestas infantiles Alexandra Rodríguez fue asesinada a las 6 de la mañana del domingo 9 de junio, en una calle de Pucara, con un disparo en la cabeza. La prueba de absorción atómica identifica tres elementos de pólvora en la palma y dorso de la mano de su exnovio, el payaso Brian R. Sin embargo, Patricia insiste en que a la hora del crimen, Brian estaba en su casa bebiendo con su hijo y otros amigos.

La mujer relató que su hijo Giovanny y sus amigos Brian, Neyer, Pablo, además de un joven y otras tres mujeres a las que no conocía, llegaron a su casa de Villa México en un taxi, a las tres de la mañana, para continuar una farra. En otro taxi, llegó Alexandra Rodríguez, exnovia de Brian, que intentaba llevárselo, pero él se negaba a ir.

“Yo tuve que intervenir por el griterío. Le pedí que se controle a ella, e incluso la invité a quedarse en el cuarto de mis hijas, pero no quiso”, contó Patricia. Después de varios minutos, ella aceptó irse. Llamaron un radiomóvil que recogió a Alexandra y que debía llevarla a su casa en Pucara por 20 bolivianos, pagados por el hijo de Patricia. El chofer declaró que llevó a la joven a su casa y que esta le había pedido que la espere para llevarla a otro lugar, pero demoró demasiado y pensó que sus padres le habían negado permiso, por lo que se fue.

Según Patricia, Brian “se amaneció dedicando canciones de su celular a las chicas hasta que se durmió en la mesa a eso de las 7:00, y lo llevamos a dormir con los otros chicos y su primo, en el cuarto de mi hijo. Nunca salió de mi casa hasta las 10:20. ¿Cómo iba a matarla? Yo no le perdí de vista, no dormí porque estaban bajo mi responsabilidad”.

Para Patricia, lo que ocurrió es que Alexandra, a la que vio con una blusa beige y un short, se puso una chamarra negra al llegar a su vivienda, y usando la llave de Brian, fue al cuarto de él, en la avenida Panamericana, para llevarse la ropa de payasos que ella confeccionaba. “No fue sola, porque se llevaron parlantes, un televisor, micrófonos y dinero, pero creo que en el trayecto hacia su casa la atracaron”. Los parlantes fueron hallados en la casa de una prestamista de Villa México y se los había dado un hombre ya identificado, “que podría ser parte de una banda implicada”.