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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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Felicidades Univalle

Felicidades Univalle
Hace 30 años, en nuestra Llajta, una familia soñó con un emprendimiento capaz de ensamblar ciencia y desarrollo, conocimiento y productividad, tecnología y empresa. Hoy, dicho sueño imposible es una realidad hecha universidad que a la fecha cuenta con carreras de Ciencias de la Salud, Arquitectura y Urbanismo; Ciencias Empresariales y Sociales, Informática y Electrónica, Tecnología , bajo el denominativo genérico de Universidad del Valle, Univalle, siempre en constante y permanente expansión y crecimiento. El ingeniero Gonzalo Ruiz Martínez, es el hombre creador de ese gran engranaje, coadyuvado por su esposa y sus hijos profesionales en distintas ramas del conocimiento humano, quienes en un solo concierto se hallan vinculados por el anhelo creciente de alcanzar la máxima excelencia académica.

No es poco andado hasta aquí, al contrario, en el limitado tiempo histórico de tres décadas, sin subvenciones oficiales ni prebenda alguna. Haber logrado una infraestructura adecuada para la enseñanza académica universitaria es ya una hazaña, la cual supone no solamente campus para aulas o paraninfos, laboratorios, gabinetes y centros hospitalarios de tercera generación, son hechos dignos de resaltar en términos superlativos. En ese tiempo transcurrido, generaciones de profesionales fueron formados en las distintas ramas de su oferta, ejerciendo en la actualidad con éxito sus elecciones preferidas.

Es conveniente resaltar que el espíritu empresarial de sus egresados es la característica que los singulariza. No podía ser de otra manera, dada la impronta establecida por el consorcio familiar que hizo posible llegar hasta donde se ha llegado.

Este espíritu empresarial, además de lo dicho anteriormente, supuso generar posibilidades laborales a un verdadero enjambre de catedráticos, administrativos y trabajadores de diferentes artes y oficios, a lo que habrá que adicionar los trabajos de empresas constructoras y de mantenimiento que fueron encargadas de las edificaciones estructurales cada vez más sofisticadas, siendo un ejemplo de ello, el último edificio ubicado en la avenida América, inaugurado el 28 de junio y cuyas instalaciones no solo muestran una soberbia arquitectura, sino funcionalidad digna de toda ponderación.

Sueños hechos realidad, como lis de la familia Ruiz, son los que confortan el espíritu y permiten vislumbrar el futuro nacional con cierto grado de optimismo, puesto que testimonian que no es necesario extender la mano al erario público para lograr objetivos eficientes y eficaces.

Como nota marginal, debo añadir que la noche de la inauguración del último edificio de esta empresa fue verdaderamente una celebración en la que se incluyeron fuegos artificiales fastuosos mientras que en la parte musical resaltaba una jazz band compuesta por eximios músicos de gran repertorio, resaltando, para mi gusto, las interpretaciones de Nelson Peñaranda, quien, sin duda alguna, puede ser calificado como un buen vino de vieja cepa.

En hora buena a la Universidad del Valle, Univalle, deseando con todo fervor que lleguen pronto a la meta ansiada: la implementación de un hospital de cuarto nivel y la superación constante, sin perder los sueños.