Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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EL OJO DEL PUEBLO

¿Planta de urea, elefante blanco?

¿Planta de urea, elefante blanco?
Corre el año 2014, y se empieza a abrir el debate para la industrialización del gas. La Constitución Política del Estado establece que la Empresa Industrializadora del Gas debería estar en Cochabamba. Un grupo de ciudadanos organizamos un comité de defensa para que se cumpla ese mandato, pero, los latidos de la política actual evitan eso y nos dicen que en la Llajta no hay una “élite” de técnicos de primera. ¡Qué bronca! Entonces, en palacio de Gobierno deciden que la sede tenía que ser Santa Cruz porque allí si estaban los profesionales que se necesitaban. Hoy, los hechos nos mueven a decir que esa decisión fue política, lo técnico estaba en último nivel. Cierto, en Santa Cruz organizaron la construcción de la planta que, en principio, iba a costar 1.200 millones de dólares. El comité cochabambino dio su opinión, no debía costar más de 600, al final se invirtió 960 millones de dólares…. Y, ahora tiene problemas. Con objetividad, los responsables son los que supervisaron desde el diseño y hasta su instalación.

Desde su concepción tuvo dificultades. Esa élite del oriente falló. La planificación no fue correcta. La idea era producir urea y amoniaco, tener abonos con fosfato que usan en valles y altiplano. El lugar de la planta, por costos, debía estar en proximidades de Brasil, más sencillo construir un gasoducto desde el existente a una línea férrea que tiene problemas y costos mayores, en definitiva fue algo improvisado. Luego, pese al costo de 1.000 millones de dólares, fallaron la investigación de suelos y los diseños de ingeniería civil. Un nuevo error. Cuando hay dificultades para tener la ferrovía, compran contenedores para exportar por montos considerables y tampoco se utilizan.

La producción empieza y nacen las dificultades. Primero a quién vender, clientes locales a precios de subvención, externos nada aún. Segundo, falla de almacenaje. Tercero, el de mayor complejidad, son los equipos por las fugas de amoníaco; entonces, la pregunta de un ciudadano es: “en manos de quiénes estuvo esa inversión de 1.000 millones de dólares”....así es un “elefante”, al igual que la fundidora de Karichipampa.

Las autoridades: “aguardan un informe oficial sobre la contaminación en Bulo Bulo para asumir acciones”. Desde abril ya existía ese problema, pero aún esperan datos. Que sensibles.