CONTAMINACIÓN ACÚSTICA EN COCHABAMBA
Vecinos se quejan por ruido de carros basureros y exigen aprobar la norma
Los vecinos de varios barrios soportan a diario la contaminación acústica creada por la música que emite el carro basurero de la Empresa Municipal de Servicio de Aseo (EMSA), que recorre las calles desde las seis hasta las ocho y media de la mañana.
Esta es solo una de las muchas quejas que vecinos de Villa Galindo, parque de la Torre, barrio Juan de la Rosa y zona central presentan a diario, como consecuencia del elevado volumen con el que alerta de su llegada este servicio público, y protestan porque todavía no está aprobada la “Ley Municipal de gestión de contaminación atmosférica”, que estipula y regula la contaminación acústica.
En noviembre de 2017, el Concejo Municipal de Cochabamba emitió la Ley Municipal que contempla la reducción de la contaminación atmosférica y se otorgó la tarea de la creación de la reglamentación al departamento de Gestión Atmosférica del Municipio. La jefa de esta unidad, Jacqueline Jaimes, asegura que su dependencia ya entregó la reglamentación al Ejecutivo de la Alcaldía, pero que hasta la fecha no tiene ningún instructivo.
“Mi departamento cumplió con los plazos y ya presentamos la reglamentación al Ejecutivo, pero en ese trabajo se está haciendo una recomendación, ya que es necesario hacer una modificación a la ley, que nos dé un plazo de 90 días hábiles, para hacer la socialización y el trabajo con todas las instituciones vivas de la ciudad y así no tener problemas a futuro”, aseguró la jefa del departamento de Gestión Atmosférica.
Este medio de comunicación trató de hacer seguimiento sobre el avance de la Ley 240, pero tanto en la Alcaldía como en el Concejo no sabían en qué etapa se encontraba la normativa.
El otorrinolaringólogo Erick Villagra afirma que la contaminación acústica es una de las más dañinas para la salud de la gente, ya que no solo se trata de un ruido, sino que este problema podría llegar a afectar a las neuronas del sistema nervioso central provocando ansiedad, dolor de cabeza, irritabilidad, estrés, problemas para dormir y otros más.
“No solo se trata de un ruido persistente, sino que esto puede llegar a dañarte el oído. Lamentablemente, el daño que se causa a este sentido no puede ser curado, el mal es irreversible”, advierte el profesional.
Ley 240
El objetivo de esta ley es la preservación del aire limpio y la reducción del ruido a través de la prevención de la contaminación atmosférica.