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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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El arte digital envolvente echa raíces en Tokio

El arte digital envolvente echa raíces en Tokio

Caminar sobre planetas y agujeros negros o contemplar cómo una ballena nada bajo los pies son algunas de las experiencias que ofrece un nuevo museo en Tokio del colectivo japonés de arte digital TeamLab, conocido por sus obras vanguardistas.

Con un despliegue de medio millar de proyectores a lo largo de 10.000 metros cuadrados, TeamLab exhibirá de forma permanente sus espectaculares obras tridimensionales en el centro MORI Building Digital Art, ubicado en la bahía de la capital nipona.

El museo, que abrirá sus puertas el próximo día 21, es el primero de esta escala dedicado en exclusiva al arte digital y a un solo colectivo de creadores, lo que lo convierte en "único en el mundo", según dijo en su inauguración el director del centro, Ou Sungiyama.

Tres años ha llevado construir esta oda al arte digital en un espacio físico que tiene el objetivo de "hacer entender el mundo a través de los cuerpos", afirmó por su parte el fundador de TeamLab, Toshiyuki Inoko.

Una vez sumergido en los espacios tridimensionales, la naturaleza, como tema principal y favorito del colectivo, conecta con el cuerpo humano en cada una de las 50 obras permanentes que se presentan en un museo que aspira a ofrecer "experiencias que no se pueden encontrar en ningún otro lugar del mundo", según Inoko.

Pasear mientras aparecen mariposas alrededor de los pies o pequeños peces que se cruzan confundiéndose a cada pisada son algunas muestras de una conexión entre el visitante y el arte digital que emana, "sin fronteras", por los cinco pisos del museo.

Unas 550 personas forman parte del colectivo TeamLab, que tiene el propósito de fusionar las artes plásticas con la última tecnología.

"Presentamos un mundo que nunca antes habíamos visto y está en continua transformación", explicó Inoko. En esta época del año, una orquesta de flores rebosa por paredes, suelo y techos representando el verano, mientras que cuando llegue el otoño, estas darán paso a nuevas formas y colores.

Es muy fácil perderse entre los pasillos que conectan una zona con otra y esa es, realmente, la intención del TeamLab, según explica el líder del colectivo, quien añade que decidieron "no incluir indicaciones o direcciones" para los visitantes con vistas a obligarlos a "explorar por ellos mismos".